Cristina Fernández finalmente blanqueó ayer su decisión de participar en las elecciones de octubre para regresar a la Casa Rosada, pero lo hizo con un inesperado giro ante la necesidad de evitar la fragmentación peronista para medirse con Cambiemos: anunció que Alberto Fernández será el candidato a Presidente y que ella lo secundará en la fórmula.
Sorprendió con una jugada política que sacudirá el tablero de los armados tanto del oficialismo como de los sectores que sueñan con tener en octubre una tercera fuerza para aglutinar al electorado fastidiado con la extensa novela de la grieta. Pero también expuso la dimensión de sus debilidades ante los desafíos actuales, donde el voto de los incondicionales no es suficiente.
"Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula que integraremos juntos, él como candidato a Presidente, y yo como candidata a vice", reveló la senadora nacional con un video (de casi 13 minutos de extensión) que difundió a través de su cuenta de la red social Twitter.
La senadora nacional aseguró que la fórmula "Fernández-Fernández" es la que "mejor expresa lo que en este momento se necesita en la Argentina para convocar a los más altos sectores sociales y políticos, y económicos también".
Trató de enmarcar su voluntad a una suerte de sacrificio porque, "más que nunca la ambición personal tiene que estar subordinada al interés general". Al respecto, llamó a "hacer realidad" un principio del peronismo "siempre remanido y repetido, y tantas veces incumplido" y que actualizó con "humor feminista": "Primero la patria, segundo el movimiento y, por último, una mujer".
En su mensaje de ayer, Cristina Fernández también adelantó algunas de las explicaciones que elaboró para justificar su apuesta por un dirigente que despierta controversias entre los kirchneristas más radicales, como los agrupados en La Cámpora.
Alberto Fernández fue un ladero clave del fallecido Néstor Kirchner pero se distanció e interpretó el papel de un duro opositor en el tramo final del gobierno de Cristina Fernández. Cuando se alejó del kirchnerismo, contribuyó en el armado de Sergio Massa y de Florencio Randazzo.
Las nuevas necesidades facilitaron el perdón: "Es cierto que tuvimos diferencias", reconoció Cristina, pero inmediatamente rememoró que Alberto trabajó junto a Kirchner para "decidir, acordar y trabajar para alcanzar la mayor amplitud posible".
Cómo se tomó la decisión
No fue una decisión improvisada, sino que es el resultado de una ecuación que Cristina Fernández comenzó a poner en tela de juicio en su círculo más íntimo. "¿Y si vos vas por la Presidencia y yo te acompaño en la lista?", le planteó la senadora al exjefe de Gabinete hace más de un mes, según confiaron a este medio.
El planteo que en aquel momento pareció irreal tomó sentido con los recientes sucesos que apresuraron la campaña, entre ellos, la histórica victoria con la que obtuvo su reelección en Córdoba el gobernador peronista Juan Schiaretti, que entusiasmó a los promotores de la tercera vía.
El paso definitivo se concretó el miércoles, según reveló el propio Alberto Fernández en declaraciones radiales. El dirigente porteño recordó que se reunió con la expresidenta y que ella le manifestó: "La Argentina no necesita a alguien como yo, sino a alguien como vos. Yo divido y vos unís".
Después agregó que le pidió a la senadora que "lo pensara 24 horas" más y que al día siguiente ella lo volvió a llamar y le ratificó que "pensaba lo mismo" que él debía ser el candidato presidencial.
Los detalles que aportó Alberto Fernández confirman que el flamante binomio tiene como misión esencial superar las diferencias con los peronistas no kirchneristas. Por ahora, los referentes de la embrionaria tercera fuerza ratificaron sus posiciones e interpretaron la movida kirchnerista como un reconocimiento al potencial que manejan. "Más que nunca Alternativa Federal es un instrumento imprescindible para la construcción del nuevo gobierno en la Argentina a partir del 10 de diciembre", expresó Sergio Massa.
Lectura similar hizo Roberto Lavagna porque, según supo este diario, consideró que la presentación de la fórmula "Fernández-Fernández" ratifica el importantísimo lugar que tiene un centro progresista definitivamente opuesto a ambos extremos de la grieta.
El futuro inmediato, y sobre todo la cumbre que Schiaretti encabezará el miércoles con los propulsores de Alternativa Federal, permitirá conocer el verdadero alcance de la estrategia con la que la senadora buscó desdibujar su protagonismo para que los peronistas no kirchneristas dejen atrás el resentimiento y acepten emprender un camino común, aunque esté repleto de contradicciones.
Alberto Fernández: de candidato de Cavallo a “presidenciable” K
Alberto Fernández, de 60 años, es abogado, fue profesor adjunto en la cátedra de derecho penal del ex procurador Esteban Righi y funcionario técnico durante la presidencia de Raúl Alfonsín.También fue asesor en el Concejo Deliberante de la ex Municipalidad de Buenos Aires y en la UBA.
Hincha fanático de Argentinos Juniors, tuvo una única incursión en una elección. Fue en 2000, cuando integró la lista de legisladores de la Alianza Encuentro por la Ciudad, que llevó a Domingo Cavallo como candidato a Jefe de Gobierno y a Gustavo Béliz, de vice. El binomio cayó contra Aníbal Ibarra y Cecilia Felgueras, pero como obtuvo el 33,2% de los votos, Fernández logró una banca en la Legislatura porteña.
A la par de su cargo de legislador, fue uno de los integrantes del "Grupo Calafate", junto a Esteban Righi, Eduardo Valdés, Carlos Tomada y Julio Bárbaro, entre otros porteños.
Desde ese lugar y después de la crisis de 2001, Alberto Fernández se convirtió en el interlocutor que le acercó el por entonces presidente Eduardo Duhalde a Néstor Kirchner. Y por eso después fue designado como Jefe de Gabinete en mayo de 2003.
Continuó en ese cargo en la primera presidencia de Cristina Fernández. Pero la crisis del campo con la resolución 125 lo eyectó del Gobierno y del el kirchnerismo el 23 de julio de 2008.
En 2013, se sumó al Frente Renovador como jefe de campaña de Sergio Massa. Después fue clave para el armado electoral bonaerense de Florencio Randazzo.
El 2018 fue el año del regreso al kirchnerismo. En los últimos dos años se hizo habitué del Instituto Patria y las oficinas de Cristina.
“No era este lugar donde esperaba terminar”
El ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y flamante precandidato a presidente Alberto Fernández admitió ayer que "no era este lugar donde esperaba terminar", pero aseguró que no le "asusta" el desafío propuesto por Cristina Kirchner.
"Yo encaré todo este llamado a la unidad sin proponerme como candidato precisamente para que nadie piense que llevaba agua para mi molino. Las circunstancias hicieron que esté acá y finalmente como soy un militante político obviamente encantado de cumplir la función", dijo en la puerta de su domicilio.
"No me asusta este desafío. Ya lo hicimos en el 2003. Sé de qué se trata", insistió en una improvisada rueda de prensa.