En los pocos días que lleva, el nuevo gobierno nacional ha producido un giro completo en cuestiones sustanciales de política económica y organización de dependencias del Estado. Una enumeración de las principales medidas adoptadas así lo demuestra. Esas medidas fueron prometidas en la campaña electoral y no deja de sorprender la rapidez con que se han instrumentado.
Tal como se había prometido en la campaña electoral, el Gobierno derogó los derechos de exportación, más conocido como retenciones, para la mayoría de los productos agropecuarios. Los casos más importantes, por sus efectos sobre sobre gran parte de la economía del país, son los de trigo, maíz y girasol, carnes, lácteos, pesca. En el caso de la soja y el complejo sojero, la reducción es de 5 puntos porcentuales, tanto para el poroto como para todos los derivados. También hay reducción de 5 puntos para cueros en diversos tipos y lanas.
El Ieral estima que el ingreso adicional para estas actividades alcanzaría los U$S 3.600 millones, además de aquí marzo estima que ingresarían unos U$S 5.600 millones por la venta de soja que han retenido los productores. Igualmente se considera importante el incremento del área que se está sembrando con maíz. El Presidente también anunció, en la reunión de la UIA, la eliminación de las retenciones para las exportaciones industriales.
Para economías regionales productoras de vinos, frutas, hortalizas y derivados, que tenían un derecho de 5%, la eliminación también se ha hecho efectiva. Tan importante como la eliminación y disminución de retenciones es la desaparición de las restricciones existentes a las exportaciones de granos (trigo y maíz especialmente), establecidas en el Registro de Operaciones de Exportación ROEs, ahora suprimido. Lo mismo ocurrirá a fin de mes con la eliminación de la Declaración Anticipada de Importación (DJAI), que la OMC había declarado violatoria de las normas del comercio internacional. Transitoriamente habrá un Sistema Integral de Monitoreo, con licencias automáticas para 18.000 posiciones arancelarios (insumos); y uno no automático (con plazo de 60 días para autorizar) para 1.000 posiciones.
Posiblemente la medida de mayor impacto haya sido la eliminación del cepo cambiario, creando un mercado único y libre de cambio. Al momento implica una devaluación del orden de 35% para el tipo de cambio oficial vigente.
Se han eliminado las restricciones para la compra-venta de dólares como la autorización previa de las AFIP; se puede comprar y vender libremente en bancos y casas de cambio.
Para el ingreso de capitales del exterior se ha eliminado el requisito del encaje del 30% y se mantiene el de 120 días para salir. El Gobierno se ha asegurado un ingreso de dólares de las exportadoras de granos, prestamos de bancos extranjeros, conversión de yuanes a dólares; en total se estima entre 15.000 y 25.000 millones para afrontar contingencias cambiarias.
El ministro anunció que el Central se manejará con un sistema de “flotación sucia”, comprará y venderá cuando estime que el tipo de cambio se aleje de los valores que estime convenientes.
Un dato interesante es que el Tesoro reemplazará la Letra Intransferible que tiene el Central por el pago al FMI por bonos en dólares. El Central usará estos bonos como garantía para conseguir préstamos de bancos extranjeros.
A través de la licitación semanal de Letras y Notas, el Banco Central ha convalidado una fuerte suba de las tasas de interés y también ha liberado lo topes de tasas que los bancos pueden cobrar por los préstamos y pagar por los depósitos.
Obviamente, las medidas adoptadas implicarán una modificación sustancial de precios relativos, hoy totalmente distorsionado por las políticas de intervención del gobierno anterior.
Otra decisión de gran importancia ha sido la designación del destacado economista Jorge Todesca al frente del Indec, acompañado del retorno de dos destacadas especialistas que habían sido despedidas por la intervención de Guillermo Moreno. El nuevo director y las funcionarias han expresado su “angustia ante la destrucción. No hay datos, no hay manuales, no hay gente, es tierra arrasada”. Se ha suspendido la publicación de índices de precios, PBI, pobreza, comercio exterior por no ser confiables. Se ha comprometido a que en unas semanas habrá uno provisorio de precios.