Con cuatro anillos de campeón NBA, incluido el que ganó la noche del domingo en la final contra Miami Heat, Emanuel David Ginóbili Maccari, apodado Manu, es el jugador latino más exitoso en la historia de esa liga profesional americana.
Antes de la llegada de Ginóbili a la NBA, el venezolano Carl Herrera era el único jugador latinoamericano que había podido ganar títulos, dos con los Houston Rockets en 1995 y 1996.
Con 19 puntos de Ginóbili saliendo de la banca, y jugadas clave en momentos en que los Spurs lo necesitaba, el equipo de San Antonio venció 104-87 al Heat en el quinto partido al mejor de siete, para llevarse la serie 4-1 y ganar su quinto título de la NBA.
"Duro de creer. Jugamos toda la serie a un alto nivel, todo el año a un alto nivel", dijo Ginóbili al terminar el partido.
Fue tal el desempeño del oriundo de Bahía Blanca en esta final, que la prensa estadounidense calificó su actuación de "Manuficient", en una combinación de su apodo con la palabra eficiencia.
Los 16 puntos y 11 asistencias que aportó a la victoria de los Spurs en el partido que inició de la serie el jueves pasado, le convirtieron en el primer jugador en la historia de las finales NBA que logra 15 o más tantos y 10 o más asistencias saliendo de la banca.
Fue un dulce desquite para el argentino, que confiesa le golpeó "muy duro" la derrota en la final pasada ante el Miami Heat.
"Necesitábamos regresar a la final, y ganar, para sacarnos esa espina", aceptó el bahiense.
Elegido en 1999 en segunda ronda del draft de la NBA por San Antonio Spurs con el puesto nº 57, Ginóbili ganó su primer anillo en su temporada de novato (2003), y repitió ya siendo figura estelar en 2005 y 2007.
Se puede hablar de un antes y un después de Ginóbili en la NBA.
Antes de Ginóbili: unos pocos latinos
Antes de Ginóbili, el panameño Rolando Blackman brilló en los tablados 'enebeístas' y fue el primer latino en ser seleccionado a un Juego de Estrellas (1985), en los que tuvo cuatro apariciones (1985-87, 1990), marca que ningún otro jugador de la región ha podido batir.
Blackman, de padre panameño, creció en el Brooklyn neoyorquino, y tras ser elegido en la primera ronda del draft de 1981 por Dallas, llevó a su equipo a seis postemporadas.
El puertorriqueño Alfred 'Butch' Lee fue el primer basquetbolista latino en firmar con un equipo de la NBA, en 1978 con los Atlanta Hawks, y también el primero de la región en ganar un anillo de campeón, en 1980 con Los Angeles Lakers.
Hasta la llegada del año 2000, eran contados los jugadores latinos en la NBA, y muchos sólo estuvieron cortas temporadas, como José 'Piculín' Ortiz (1988-1990), el mejor basquetbolista boricua de todos los tiempos, y el dominicano 'Tito' Horford (1988-1993), padre del centro Al Horford.
Después de Ginóbili: la éne-bé-a
Ginóbili le abrió las puertas de la NBA no sólo a la llamada generación dorada del baloncesto argentino, sino a la mejor camada de jugadores latinoamericanos de la historia.
De la mano de las grandes actuaciones de Ginóbili llegaron sus compañeros en los equipos medallistas en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales como Andrés Nocioni, Fabricio Oberto, Luis Scola, Carlos Delfino, Walter Herrmann, Pablo Prigioni, José Sánchez y Ruben Wolkowski.
También llegó un grupo de brasileños de élite como Leandro Barbosa, Nené, Anderson Varejao y Tiago Splitter; los dominicanos Al Horford, Charlie Villanueva y Francisco García; los puertorrriqueños José Juan Barea y Carlos Arroyo; los mexicanos Eduardo Nájera y Gustavo Ayón y los venezolanos Oscar Torres y Greivis Vázquez.
El empuje de los jugadores latinoamericanos ha dado lugar a la éne-bé-a, la página en español de la NBA, que refleja todo el accionar de esas figuras, y a las 'Noches Latinas' que se celebran cada temporada, como tributo a la fanaticada del otro lado de las Américas.