El número fue difundido a través del Elias Sports Bureau, la empresa que se dedica a los servicios de estadísticas deportivas y que funciona de proveedora oficial de datos para las cuatro grandes ligas de los Estados Unidos -básquetbol, fútbol americano, hockey sobre hielo y béisbol-, además de varias de las cadenas audiovisuales más importantes de aquel país.
Entre aquellos jugadores con más de 500 partidos en temporada regular de la NBA, Emanuel Ginóbili es el cuarto con mayor porcentaje de triunfos (72,9% gracias a 709 victorias y 263 derrotas), detrás de tres leyendas: Earvin Magic Johnson (74%), Larry Bird (73,6%) y K.C. Jones (73,2%).
El número, sin embargo, podría poner al argentino aún más arriba: si la estadística se reduce a aquellos hombres con más de 950 partidos, Manu es el más ganador de toda la historia, ya que ninguno de los otros llega a esa cifra de encuentros disputados.
De un modo u otro, lo que importa es contextualizar la magnitud del bahiense, que se codea con los nombres más grandes de todos los tiempos en ese y varios otros rubros. Un camino que, indiscutiblemente, lo llevará, primero, al retiro de su camiseta en San Antonio -tal como le sucedió a fines del año pasado a Tim Duncan-; luego, al Salón de la Fama de la NBA.
Hace horas designado como nuevo Presidente de Operaciones -encargado del básquetbol- de Los Angeles Lakers, Magic fue el líder de la última gran etapa que había tenido la franquicia californiana hasta la era Phil Jackson. En 12 años de trayectoria, hasta que su diagnóstico de VIH le hiciera abandonar la NBA, jugó nueve finales, de las cuales ganó cinco y en las que fue tres veces elegido Jugador Más Valioso.
Fue parte del Dream Team que ganó los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y de su mano se expandió el “showtime” que primó en la liga en la década del '80.
Larry Bird fue un acérrimo rival de Magic en la cancha pero también un gran amigo fuera de ella. Ganó tres títulos en aquella década en que sus Celtics y los Lakers polarizaron el baloncesto norteamericano y compartió con Johnson el equipo olímpico.
Por una cuestión cronológica, K.C. Jones es el menos conocido para las actuales generaciones, pero no por eso menos importante. De hecho, está tercero en la lista de los más campeones, con 8 títulos sin perder finales. Fue parte de la primera gran era de Boston, desde fines de los '50 a casi finales de los '60.
Colarse entre esos nombres magnifica la proeza Ginobiliana, que construyó en San Antonio una dinastía sin parangón en esta época, comparable a aquellas lideradas por Johnson y Bird.
Sin contar los anillos de campeón, en los que por caso supera a LeBron (4 a 3), Ginóbili es parte, con Duncan y Tony Parker, del trío que más victorias amasó en la historia de la liga; es el hombre con más partidos con al menos 15 puntos y 5 asistencias saliendo desde el banco; es, junto a -atención a los nombres- Michael Jordan, Scottie Pippen y LeBron, el único que ganó el mismo año los Juegos Olímpicos y la NBA.
La estadística del inicio no contempla la postemporada por la simple razón de que no la juegan todos los equipos, por lo que contando fase regular se intenta equiparar.
En Playoffs, allí donde se diferencian los muy buenos de los grandes, sus números incluso aumentan. Casi 2.500 basquetbolistas jugaron esa instancia, y Manu es uno de los ocho que tienen al menos 2.500 puntos, 750 rebotes y 700 asistencias y 250 robos. Los otros son más o menos conocidos: Kobe Bryant, Scottie Pippen, Magic Johnson, Michael Jordan, Larry Bird, LeBron James y Clyde Drexler.
