Aunque desde el comercio y la gastronomía aguardan ansiosos poder ampliar las actividades a partir del próximo lunes y empezar a vender de forma directa al público, otras actividades deberán esperar un tiempo más. Este es el caso de los salones de fiesta y de los gimnasios que, si bien han presentado protocolos para la apertura, aún no han tenido respuesta.
"Somos los últimos de la fila", planteó Fabián Manzur, presidente de la Asociación de Propietarios de Salones de Fiestas de Mendoza. Explicó que han presentado un pedido al gobierno provincial y que seguirán insistiendo, para comenzar a reprogramar las fiestas que debieron cancelarse, para que se realicen a partir de setiembre, y para contratar nuevas, a realizarse en 2021.
"Nuestra situación es crítica y cada vez lo será más", indicó. La solicitud es para poder abrir durante cuatro horas diarias y poder mostrar los salones a tres personas como máximo. En tanto, a la hora de detallar las particularidades del servicio, sólo se permitirá el ingreso de una persona a la oficina, con tapabocas, uso de alcohol en gel y posterior desinfección.
Y en lo que se refiere a las fiestas, ya se anticipa que se pondrá una persona en el ingreso, con un termómetro infrarrojo, que tomará la temperatura de cada persona antes de entrar al salón (y no permitirá que pase quien tenga fiebre).
En tanto Silvana Caponi, presidente del Colegio Profesional de Educación Física, comentó que, a partir de la autorización para que vuelvan a trabajar los profesionales, solicitaron que los profesores matriculados (unos 800 en Mendoza) puedan volver a trabajar.
De todos modos, resaltó que esto no implica que se habiliten los gimnasios, sino que se permita el trabajo personalizado con personas que necesitan la actividad física para su salud o personas con discapacidad. Una vez que obtengan el visto bueno, detalló Caponi, se avanzaría en el establecimiento de un protocolo.