Entierra miedos este Lobo mendocino, que abrochó anoche un triunfo histórico y quedó bien parado de cara al ascenso. Fue 3-2 frente a Mitre y sigue dependiendo de sí mismo para conseguir el ansiado retorno a la B Nacional.
El sacudón que provocó el empate frente a Agropecuario en el debut en el pentagonal dejó en claro que no había espacio para más errores y así lo entendió el Lobo. Tanto que el primer tiempo fue un monólogo del conjunto del Parque, ahogando a su rival a partir de una intensa presión en la salida y cubriendo todos los sectores por donde podía romper en velocidad el equipo santiagueño.
Desde lo colectivo, el conjunto de Alaniz fue construyendo un rendimiento que encendió las individualidades y apareció la potencia goleadora de Palacios Alvarenga para desatar el nudo que implicaba un partido jugado con tantos nervios y tensiones. El remate del paraguayo, desde unos 30 metros, abrió una caja de Pandora en el local, que empezó a sufrir sus propios males en la salida. Pudo aumentar el "9" en otro remate que se fue apenas elevado. Era más el Lobo y lo justificó sobre el final cuando García capturó un balón para superar la volada de Medina. Había conmoción en el local y Gimnasia lo aprovechaba.
En el vestuario, los gritos de Sialle provocaron la reacción de sus dirigidos, que entraron a jugar el complemento con otra actitud y generaron un par de situaciones que culminaron con un penal que dejó dudas. Romero lo cambió por gol con un remate furioso al medio del arco y Mitre volvió a ponerse en partido. Gimnasia no podía hacerse del balón y aunque no había claridad en el local, la decisión para pelear en cada sector del campo complicaba.
Sin embargo, este Lobo de Alaniz no en vano tiene la chapa de candidato. Supo salir del temporal en que se estaba metiendo y volvió a crecer en la presión alta para provocar el error en un equipo que iba decidido a jugarse el pellejo. Y lo pago caro. Garay recuperó en la zona media y habilitó a Agudiak, quien definió por encima de Medina, le tiró un baldazo de agua fría al local y lo dejó al borde del nocaut. Si los mendocinos no lo liquidaron antes fue por impericia en la definición. Y de tanto ir, sufrió en un ataque aislado del local. Quinteros aprovechó su momento y en apenas un minuto en cancha marcó el descuento ante la incredulidad de los visitantes.
Hasta el final hubo que apretar dientes y bancar la ventaja. Fue una prueba de carácter y el Lobo sacó un diez felicitado.
El gol de Palacios Alvarenga para Gimnasia
El gol de García para Gimnasia
El gol de Agudiak para Gimnasia