“Por favor, de pie señores... Y despida a sus jugadores sus jugadores con aplausos”. Otra opción no cabe. No hay lugar para insultos ni reproches. Gimnasia y Esgrima jugó su mejor partido de la temporada y goleó (3-0) al “cuco” de la zona, al puntero: Sportivo Belgrano. Por esta razón, simpatizante
“Mensana” disfrute. Aplauda. Grite. Festeje. Abrace a su compañero de tribuna. Basta de sufrimiento. Es momento de volver a dejar su garganta roja, pero de aliento, de goles, de ole, ole y más ole.
Otra cara, otra actitud. Es otro equipo Mensana. En San Juan, el equipo ya había mostrado algunas pinceladas del paladar futbolístico el Lechuga Alaniz.
Se rescató un punto que pareció mezquino, sin embargo, con los tres puntos cosechados ayer, esa unidad captada en el estadio Bicentenario cotiza en euros. Porque el Lobo está nuevamente en carrera. Empieza a posicionarse en los puestos de vanguardia. Y mucho tiene que ver la ambición ofensiva que mostró el equipo desde el inicio del partido.
Premisa: presión alta, recuperación de balón y rotación por todo el frente de ataque. Prohibida rifar el balón. El pelotazo se utiliza como un recurso extremo y sólo para habilitar a un compañero.
“Revolearla por revolearla” no entran en las normas de Alaniz. Y este juego colectivo tuvo su premio, porque tras un recupero en zona ofensiva se habilitó a Carranza y el 10 fue derribado. Penal y gol de Ferreyra. El Lobo se adueñó del trámite del juego. Su mejor defensa fue la tenencia y la circulación del balón. Y llegó el golazo de Ferreyra, quien respetó a rajatabla el “manual del 9”: aguantó, media vuelta y misil al ángulo. Inatajable. El resto estuvo de más. Fue una exhibición que invita a soñar.