Gimnasia festejó por segunda vez consecutiva el título de la Liga Mendocina y lo alcanzó con un categórico triunfo por 4 a 0 en la última fecha del torneo Apertura de la liga Mendocina, ante a San Martín. Así, cerró una campaña fenomenal de 10 victorias y un empate: 2-2, ante Las Pumas.
Un empate le alcanzaba al equipo de Galve para festejar el título, ya que llegaron a la última fecha con ventaja sobre Las Pumas quienes sufrieron la quita de puntos (9na. Fecha, por el Tribunal de Penas). La última jornada fue entonces el desenlace de otro objetivo cumplido. Y no fue con empate, sino con un triunfo irrefutable para el Bicampeonato.
El duelo se inició con un San Martín decidido a coartar el plan de las Mensanas. Deseosas de proyectarse y de dejar en claro que también estuvieron como candidatas en el campeonato en alguna instancia, las Leonas se mostraron como verdaderas fieras. Así, apareció Julieta Tieppo como la principal “molestia” en el área blanquinegra.
Sin embargo, en una contra Gimnasia sorprendió ante la distracción del fondo albirrojo. Vanesa Catáneo abrió el marcador con un tiro preciso, en un mano a mano con la arquera Sáez.
Pese a ese gol, las Leonas se esforzaron, rugieron aún más y llegaron eludiendo a la defensa de Gimnasia a la que le costó acomodarse, dejando espacios abiertos en su área. Tieppo pivoteó e hizo temer a la arquera, quien alcanzó a sacar el tiro con las canillas.
Eso fue un alerta para las chicas de Gimnasia. La reacción del local estuvo marcada con los intentos de Mayra Ozán y Emilia Litteri. A la vez que recuperó el orden en el fondo para irse al descanso con esa mínima ventaja.
En el complemento, el rápido vuelo de Catáneo le permitió colgar el balón al segundo palo para el 2- 0, apenas comenzado el complemento . Y a partir de ese momento, el dominio gimnasista fue total.
San Martín comenzó a sentir la exigencia de la primera etapa y la cancha comenzó a pesar en la segunda. Por lo que Las Lobas supieron sacar provecho de la diferencia física y volvieron a concretar en el arco para el 3-0, con Tamara Ortiz; y poco después, con Ozán quien pudo darse el gusto final para 4-0.
Gimnasia terminó siendo el que circuló el balón, buscando lo que siempre supo hacer: ganar por una exagerada goleada como broche de oro.
