Fue el partido que más le costó en el Parque. El Lobo estuvo cerca de repartir puntos anoche frente a San Lorenzo de Alem y fue un cabezazo de Juan Martín Amieva el que le dio una alegría que parecía irse en el micro de los catamarqueños.
Fue 1-0 en una noche de rendimientos desparejos, sin tanta lucidez, pero que permitió sostener una tremenda racha como local: cinco jugados, cinco ganados.
Lejos estuvo Gimnasia de aquella imagen que regaló en el encuentro frente a Unión VK, cuando goleó 3-1. Es que San Lorenzo mostró un planteo ordenado, con una línea de cinco defensores y tapando los costados por donde el Lobo suele llegar continuamente. Mientras, los mendocinos, con escasa movilidad en su zona media, hicieron que el correr del balón fuera predecible, sin vértigo e impreciso.
Y desde ese orden defensivo, la visita se animó a pelear el partido con algunos contragolpes que no tuvieron exactitud en la puntada final.
El Lobo tuvo algunas chances, pero esta vez no salieron naturales sino que hubo movimientos más forzados y en la exigencia por definir falló.
La más clara fue un centro de López que Palacios Alvarenga peinó ante la salida de Espeche y que se fue cerca.
Y si hubo falta de ideas antes, con la confirmación de que la visita iba cerrar aún más sus líneas contra su arco, Gimnasia lució mucho más errático en el complemento.
Hubo más lucha y poco juego, aunque fue todo del local. En casi media hora de juego no se sucedieron situaciones de real riesgo. Y con los catamarqueños renunciando a cualquier intento ofensivo, Amieva abrió para Palacios Alvarenga, remate cruzado y López no llegó a conectar. La visita saboreaba el punto, que a esa altura valía oro.
Frente a un rival que agrupó mucha gente en defensa, Gimnasia no encontraba la manera de lastimar y se debatía en centros que casi nunca llegaron a destino. Ni siquiera podía desequilibrar con pelota parada.
Hasta que llegó el error de Acosta, toqueteó comandado por Garay, López y el centro preciso que llegó a la cabeza de Amieva para desatar la locura. Un gol que permitió sostener un andar perfecto en casa.
Un festejo que mantiene al Lobo en lo más alto de la tabla y con su gente cantando "vamos a volver...".
Amieva: "Hubiera sido injusto un empate"
“Fue un partido muy friccionado. Ellos proponían mucho el roce, más allá de que vinieron a jugarlo de igual a igual. Por suerte me tocó entrar y convertir. Hacía mucho que no jugaba y convertir fue una alegría enorme”, contó Juan Martín Amieva en el inicio de la charla.
“Lo de gran candidato nos lo hemos ganado con los resultados obtenidos. Sabemos que tenemos ese rótulo pero estamos tranquilos. Todavía no hemos ganado nada, aún cuando sabemos que vamos por buen camino”, continuó.
“Nosotros siempre tratamos de jugar, de buscar el arco rival con la pelota al piso y por ahí no se puede; hubiera sido injusto un empate”, cerró el goleador de la noche.
