La mendocina Gimena Blanco, actualmente en el Isolotto Firenze de Italia, ganó con el Ternana la última temporada en Italia, título que se sumó a los logrados antes con la Lazio, el AZ Gold Women de Chieti y el ISEF.
Es la única jugadora en ganar cuatro Scudettos y no tiene límites. Ahora fue convocada para el seleccionado argentino de fútbol de salón de AFA. Es la Selección que le faltaba integrar para redondear una carrera exitosa en el fútbol femenino nacional.
La ex Las Pumas integró el elenco albiceleste de once que ganó el Sudamericano en Mar del Plata 2006, que clasificó y jugó en los Juegos Olímpicos de Pekín.
Luego se consagró subcampeona del primer Mundial de Futsal en Misiones (organizada por Confederación Argentina de Fútbol de Salón) con Región Andina, cuyo campeón fue Rusia, también en el 2006.
Nacida en fútbol de campo, con paso previo en River Plate, se descubrió en el futsal y emigró a Europa para dedicarse profesionalmente en la disciplina que le dio sus máximos logros, transformándose principalmente en Italia, en una de las jugadoras más importantes de la rama.
Con sus 28 años ve que está cumpliendo un ciclo en su carrera y sus proyectos apuntan más a la enseñanza y transmisión de todo lo que el fútbol le dio.
Pero la “Pity” como siempre se la conoció en Mendoza, no se limitó al fútbol sino que también probó con el rugby local en Liceo y le fue bien. Tanto que le ofrecieron ser parte del seleccionado, aunque lo rechazó porque ella se define futbolista.
Así llegó Gimena Blanco a ser una de las deportistas más destacadas de nuestra provincia, aunque no sea profeta en su tierra. Sin embargo, el último reconocimiento llegó a través de Christian Meloni, técnico de la Selección Argentina de fútbol de salón de la AFA, que desde el próximo martes debutará en la Copa América 2015 en Uruguay.
Al respecto, Gimena Blanco dialogó con Más Deportes sobre esta realidad que una vez más le dio la satisfacción de representar a los Argentinos en un torneo internacional.
“Me llamaron a Italia, al igual que otras dos jugadoras, para integrar el seleccionado pero como la AFA no pudo hacerse cargo de los pasajes sólo yo acepté. Es que ya había pedido permiso para venir a la Argentina para pasar las fiestas con mi familia. Me motivó además que se trata de la selección que me faltaba jugar y no quería dejar pasar esta oportunidad”.
-¿Cómo ves al equipo para esta Copa?
-Lo veo bastante bien. No se cómo está el nivel sudamericano pero el técnico está muy enganchado y está en todos los detalles. Queremos llegar a la final. En lo personal, llego con poco entrenamiento con ellas. Todas vienen trabajando con intensidad pero me he adaptado bien con el resto.
Argentina estuvo entre los cuatro primeros, en los ediciones anteriores. Pero en ésta, tiene muchas chances de quedarse con el título porque se ausentará Brasil. El elenco de Meloni integra el grupo ‘B’, junto a Perú, Paraguay y Chile. El ‘A’ será compuesto por Uruguay, Colombia y Bolivia.
-¿Podés hacer una evaluación táctica del torneo?
-Acá se juega con marca personal y en Italia me acostumbré a marcar en zona. Son defensas diferentes; me tuve que acostumbrar en 5 días.
-Es como la frutilla del postre en el fútbol de salón que tanto te dio.
-El fútbol de salón te da más oportunidades que el de campo. En éste cuesta más que una selección argentina obtenga logros. En cuanto a lo personal, a mis 28 años, no pensé que me convocarían.
Por el tema físico y lesiones, soy consciente que no me queda mucho tiempo para el fútbol. Mentalmente, hay veces que quiero jugar un picado y disfrutar, en vez de tantos ‘scudetto’, selección y demás presiones de competencia. Nunca creí que esto me iba a suceder pero me está pasando. No es lo mismo cuando es trabajo y me estoy agotando.
-Podés despuntar el vicio en el rugby. Te fue bastante bien en tu paso por Liceo.
-(Risas) En el rugby me dijeron que puedo participar, me hablaron también pero les conté que vivo del fútbol y que ahora no podría cambiar. Pero después me encantaría sacarme el gustito.
-¿Extrañás el fútbol de 11?
-Siempre. El césped, la pelota que pica. Pero hay mucho por cambiar, partiendo en que no hay competencia y eso te desmotiva.
En Argentina metemos pasión y se corre pero no se razona. No se enseña a los más chicos todas las variables, hay montón de ejercicios con reglas para aplicarlos después en el partido. Me he obsesionado mucho y veo videos, polemizo con los técnicos, aprendo y aplico.
No todo es potrero. El fútbol sala te abre la cabeza de las problemáticas en la cancha y cuando te das cuenta que lo podés aplicar en el campo, notás las falencias en la enseñanza de las escuelitas en la Argentina. Una piba de 20 años tiene que tener otros conceptos y no sólo tirarle la pelota y jugar.
-¿Qué aporte harías?
-Cambiaría el concepto del fútbol femenino. Estamos muy atrasados y no se valora a las jugadoras en Argentina como el masculino. Si llegara a tener una escuela de fútbol, aplicaría la técnica y funcionalidad de fútbol aprendida en Europa, y sobre todo para motivarlas a que se puede llegar lejos. Es un proyecto que me gustaría llevar a cabo en mi provincia”.
Gimena Blanco tendrá en el 2016 una nueva temporada por delante y luego sus planes tomarán un camino más distendido, jugando sólo medio año para poder encaminar sus planes de vida en Mendoza.