El escaso interés se vio reflejado en la convocatoria. Muy pocos hinchas acompañaron a Unión de Villa Krause que quedó lejos de la zona de clasificación a la Fase Campeonato y deberá pelear en la Zona Reválida. Por el lado del Lobo, la tranquilidad de haber cumplido los objetivos varias fechas antes de este encuentro, incluso, habiéndose asegurado el primer puesto de la zona 2 de este torneo Federal A.
Así, con cierta parsimonia, arrancó el juego pero no por mucho tiempo fue de manera 'amistosa'. Es que bastó que González fallara al dejar un pase corto para que se activara la ofensiva del Lobo, mostrando los dientes con Agudiak y anunciando una superioridad desde lo individual y lo estratégico. También sirvió para desesperar al local que tuvo dos chances claras. Un centro rasante que por milímetros no conectó Reinoso y un envío de Villegas que sobró a Marchiori y por milagro dio en el travesaño.
Pero apareció la magia de Oga para comenzar a poner las cosas en su lugar. Una escapada de Espinoza, el centro, y tras el rebote la definición del Mago. Después, poco ocurrió hasta que una desinteligencia del fondo albinegro desencadenó la igualdad. Saque largo del arquero, la peinada de Reinoso y la aparición de García para poner tablas. Sin proponérselo, el local lograba una igualdad parcial que no merecía.
Pero Gimnasia se disponía para la contra, y así volvió a golpear, con su mejor hombre. El más iluminado. Esta vez fue anticipo ofensivo de Oga para desviar la trayectoria y poner el 2 a 1.
El entretiempo sirvió para que Gimnasia tomara aun más confianza y se dispusiera a jugar con la necesidad del rival. Que movió el banco, que intentó pero volvió a sufrir las contras del Lobo. Así llegó el tercero, con un largo pelotazo de Oga, la cesión de Espinoza para Agudiak y establecer el 3 a 1.
Después, el penal, bien cobrado por el juez daría la chance a García de colocar el segundo y mantener la expectativa.
Pero Gimnasia refrescó las piernas con los juveniles ingresados y demostró el carácter para mantenerse en la cima de la tabla del marcador y ostentar un invicto ampliamente merecido.