Gilad Pereg creaba tres sociedades de empresas locales por semana

El israelí detenido por los asesinatos de su madre y de su tía era un formador “serial” de compañías que luego vendía.

Gilad Pereg creaba tres sociedades de empresas locales por semana
Gilad Pereg creaba tres sociedades de empresas locales por semana

"Era un vendedor serial de CUIT". Así recuerdan a Gilad Pereg -el ex militar israelí detenido por los asesinatos de su madre y de su tía- quienes estaban al tanto de sus negocios.

Cuando estaba en libertad, y durante años, creaba a razón de tres sociedades de empresas por semana. Una vez conformadas las vendía, con lo que obtenía distintos márgenes de ganancia. Pereg llamaba la atención. Siempre y en el lugar que visitara.

Su aspecto descuidado, sus dos metros de altura, su extraño acento, sus largas rastas y su barba marcaban su presencia. Pero había otra peculiaridad que hacía que quienes se toparan con él no lo hayan olvidado: el olor que despedía. Sus hábitos de prácticamente nula higiene terminaron de quedar al descubierto cuando se filtraron fotos del interior de su casa, que compartía con una veintena de gatos enfermos y algunos perros en Buena Nueva, Guaymallén.

Mozos de los cafés donde se reunía, investigadores y quienes se encargaban de recepcionar los trámites que encaraba en la Dirección de Personas Jurídicas y en la AFIP lo recuerdan principalmente por su pestilencia. "Tenía un olor nauseabundo, los empleados de las distintas oficinas no querían atenderlo porque les daban arcadas, la gente se iba de donde estuviera", rememoran. Su carácter reforzaba esa imagen de antisocial.

"Es inteligente, pero te genera miedo. Sabe generar miedo: sabe cómo mirarte, cómo pararse. No es un improvisado", le contó a Los Andes alguien que tuvo que lidiar con sus gestiones. Incluso en una de sus habituales visitas a la Dirección de Personas Jurídicas provincial tuvo que ser retirado por la Policía porque se negaba a irse y se había puesto agresivo.

Sociedades “a mansalva”

"Pereg armaba a razón de tres sociedades por semana. Ni los estudios grandes lo hacen; lo normal es constituir unas cinco sociedades por mes en Mendoza. Él hacía el trámite como cualquiera, sacaba numerito, pagaba las tasas... Lo extraño era la cantidad que hacía", reveló una fuente que prefirió el anonimato.

Constituir sociedades de empresas no es ilegal. De hecho, podría constituirse una por día, pero ello no es lo habitual y eso despertó la sospechas también de la AFIP, que comenzó a seguirlo.

Es que si bien no es un delito, ocurrió como con sus armas de fuego: tenía registradas las 42 pero llamaba la atención la gran cantidad que acopiaba y el consecuente interrogante: ¿por qué tenía tantas? Los engorrosos trámites y la espera por las gestiones llevan a algunos a comprar las sociedades ya hechas y así obtener rápidamente un CUIT, por más que deban abonar una suma extra. Lo hacen con tal de ganar tiempo y obtener esa facilidad.

Pereg había visto ese negocio y lo hacía "a mansalva", como recuerdan algunos aunque "no tenía grandes ganancias". Un pesquisa recordó que en el año 2014 el ingeniero en electrónica con un coeficiente intelectual de casi el doble del promedio vendió en unos 100.000 pesos una de sus sociedades.

"Constituir tantas sociedades no es un delito pero alguien que constituya tantas es probable que tengan un destino non sancto. Nadie hace 500 sociedades para dejarlas en su casa y él llevaba varios años haciendo esto", detalló un abogado consultado.

Cuando creaba esas sociedades, Gilad siempre se anotaba como director de la firma. En ocasiones, utilizaba el nombre de su madre Pyrhia Sarusi, la misma mujer por cuyo asesinato está en prisión.

Sus días en la carcel

Gilad Pereg sigue aislado en una celda del módulo 3 del penal San Felipe. Está bajo la condición de Resguardo de Integridad Física (RIF) que él mismo ha solicitado a las autoridades penitenciarias, según se informó oficialmente.


Solo. El israelí permanece aislado y no recibe visitas en prisión. | Patricio Caneo / Los Andes
Solo. El israelí permanece aislado y no recibe visitas en prisión. | Patricio Caneo / Los Andes

En las últimas dos semanas no ha recibido visitas. Cuando el ciudadano israelí llegó a la cárcel ubicada detrás de la de Boulogne Sur Mer el sábado 26 de enero pasado -horas antes de que hallaran enterrados en su casa los cuerpos de su madre Pyrhia Sarusi y de su tía Lily Pereg- pasó 4 días sin comer. 

Luego "ha recibido diariamente su ración de alimentos y líquidos sin inconvenientes y sin ninguna situación que revista novedad", detallaron fuentes oficiales. Según los especialistas que lo han asistido, Pereg se encuentra lúcido y orientado en tiempo y espacio. Respecto al pedido que hizo de que le llevaran sus gatos al complejo carcelario, las autoridades penitenciarias se mantienen firmes en la negativa.

"Los alojamientos están destinados exclusivamente a personas privadas de libertad. Por lo que no se permite tener animales en la celda que puedan atentar contra la salubridad de la población carcelaria", sentenciaron desde el Servicio Penitenciario provincial.

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