Nicolás Gil Pereg protagonizó este viernes un verdadero escándalo en Tribunales, ya que en la previa de una audiencia clave se desnudó y maulló como un gato. Por su estado el juez Eduardo Martearena decidió trasladarlo a El Sauce y desarrollar el encuentro sin su presencia. Horas después, se ordenó que el sospechoso del doble crimen regrese al penal.
Pasado el mediodía el acusado fue llevado desde el penal al Palacio Judicial. Como ocurre con todos los imputados, antes de la audiencia lo dejaron en una guardia, pero cuando la Policía fue a retirarlo lo encontraron prácticamente sin ropa tras romper sus prendas, y maullando como un gato. Esto último ya lo había hecho en otras oportunidades en Tribunales y en la cárcel.
Por la situación en la que se encontraba, el juez decidió que Pereg sea trasladado a El Sauce para que lo revisen los médicos del psiquiátrico. Sin su presencia el magristado comenzó la audiencia, en donde alegaron las partes.
La defensa dio sus argumentos para apelar la prisión preventiva. En un principio habían planteado la liberación o en subsidio prisión domicliaria, pero ahora directamente pidieron que su cliente esté internado y sea tratado como un discapacitado. Esto abriendo la posibilidad de que lo declaren inimputable.
Además los defensores cuestionan el embargo de $4.000.000 impuesto por la Justicia, el secuestro de sus armas y otras pruebas incorporadas por la fiscalía.
La fiscal Claudia Ríos y el fiscal en jefe de Homicidios Fernando Guzzo fueron respondiendo sobre estos punos y argumentando las medidas adoptadas.
Tras escuchar a las partes, el juez decidió pasar a un cuarto intermedio antes de resolver todos los puntos. Se estima que el jueves de la semana que viene se retomaría el proceso. También debe manifestarse sobre el pedido de nulidad de la pericia psiquiátrica del Cuerpo Médico Forense.
Ya finalizada la audiencia y después de estar algunas horas en El Sauce, Pereg regresó al penal luego de que los médicos informaran que está en buen estado de salud.
Después de dos frenéticas semanas en las que el propio israelí denunciara la desaparición de Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54), su madre y su tía respectivamente, los cuerpos de estas mujeres fueron hallados sin vida y enterrados el 26 de enero en el domicilio del acusado, ubicado en la calle Roca de Guaymallén.
El hombre está imputado por homicidio agravado por el vínculo en el caso de su madre y homicidio agravado por el uso de arma de fuego por la muerte de su tía, delitos que lo llevarían a prisión perpetua.