Los pasos de Gil Pereg (38) por Tribunales nunca pasarán desapercibidos. Esta vez no entró maullando como un gato ni hizo desmanes en la sala; ahora se despachó con una fuerte denuncia sobre maltratos y torturas que estaría sufriendo en la cárcel. En forma de reclamo, mantiene una huelga de hambre y dijo que va a "terminar en el cementerio".
Ayer, el israelí acusado de matar y enterrar a su madre y a su tía en enero de 2019, se sentó frente al juez Sebastián Sarmiento. El motivo era la apelación de sus abogados ante la elevación a juicio realizada por la fiscal Claudia Ríos. Una audiencia clave para el futuro de la causa.
Pero antes de tratar esto, Pereg pidió declarar y relató sus presuntos padecimientos en la celda en la que vive aislado. Y le apuntó a los penitenciarios: "Me inyectan cosas. Me torturan, me quieren cortar el pelo y la barba, me tiran agua sabiendo que le tengo fobia. Me cortaron el cuello con una de las tijeras", sostuvo el imputado ante el juez, los fiscales y sus representantes.
Al magistrado le reclamó que intervenga porque, si no, va a "resultar muerto" y adelantó que no va a comer "hasta que la tortura termine". "Hace dos semanas que no como", agregó. Ante estos dichos los fiscales pidieron que tras la audiencia lo lleven al Cuerpo Médico Forense para evaluar su estado general y adelantaron que se investigará un posible caso de maltrato institucional.
Respecto a las inyecciones que el acusado mencionó, sus abogados reconocieron que le colocan antipsicóticos para mantenerlo estabilizado.
Pidieron sobreseimiento
El abogado defensor Maximiliano Legrand hizo su alegato y argumentó la oposición de la elevación a juicio, tildando la investigación de tendenciosa y de no atender a los peritos que dicen que su cliente no comprendió sus actos en el momento del doble crimen y que por eso es inimputable y debe ser sobreseído.
El letrado habló de "brotes psicóticos, delirios temporarios y episodios de parafrenia". El fiscal Fernando Guzzo respondió que Pereg "cuando quiere entra a Tribunales maullando y cuando quiere declara con lucidez", intentando demostrar una manipulación. El juez dirimirá en la próxima audiencia, confirmando el juicio o avalando la postura de la defensa.
Hallazgo y detención
Después de dos frenéticas semanas de búsqueda y a partir de que el propio israelí denunciara la desaparición de Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54), su madre y su tía respectivamente, los cuerpos de estas mujeres fueron hallados sin vida y enterrados el 26 de enero del 2019 en el domicilio del acusado, ubicado en la calle Roca de Guaymallén.
El hombre está imputado por homicidio agravado por el vínculo en el caso de su madre y homicidio agravado por el uso de arma de fuego por la muerte de su tía, delitos que lo llevarían a prisión perpetua en un juicio por jurados.