La gestión de Pérez a partir del resultado electoral

En Mendoza, la amplia diferencia porcentual a favor del radicalismo, ganador del reciente comicio, obliga al gobernador Francisco Pérez a revisar aspectos de su gestión. Por eso, el mandatario dijo a este diario que de ahora en más no puede distraerse ni "un segundo" del rumbo de su gobierno, lo cual resulta acertado en virtud de la responsabilidad que sobre él recae por mandato popular.

Es que la actual coyuntura política encuentra al Gobernador en el comienzo de una etapa de replanteos, en la que el peronismo deberá definir los pasos a seguir si el grueso de su dirigencia sigue convencida de que podrá retener el poder, tanto en el orden nacional como en el provincial, en las elecciones de 2015.

Pérez admite que tres o cuatro de los actuales gobernadores justicialistas están en carrera para encabezar una futura fórmula presidencial dentro de dos años. Sobre su rol en esa llamada liga de gobernadores, se define como el articulador de todos sus pares provinciales. Y sostiene que la presidenta de la Nación estará ubicada en el próximo proyecto político "en otro lugar".

El Gobernador confirma con estas apreciaciones su interés por el derrotero que seguirá el kirchnerismo, según él una etapa más del histórico peronismo, hacia su salida del poder. Y ratifica su búsqueda de protagonismo a nivel nacional pensando más allá de diciembre de 2015.

En base a estas consideraciones, el gobernador de Mendoza debería tener en cuenta, al momento de revisar su gestión, los discutibles efectos que para la misma y para la provincia que conduce, dejó su total encolumnamiento con el proyecto político y económico del kirchnerismo.
 
Es menester destacar que esta provincia sigue muy relegada por la Nación cuando se habla de la asignación de recursos que le pertenecen, ya sea por coparticipación o presupuesto. Todo ello deriva inevitablemente en muchas falencias que el Gobierno muestra en áreas a las que le compete atender.

Por otra parte, Pérez también advierte que internamente el justicialismo mendocino mantiene fuertes diferencias. "Cada uno tiene su posicionamiento", le dijo el domingo a Los Andes. Y habla de la posibilidad de construir consensos a partir de ahora desde esas diferencias.

En ejercicio del gobierno, un partido político debe mostrarse mayoritariamente unido para avalar a quien ejerce la conducción del Poder Ejecutivo; es casi un precepto de la política. Y, salvo excepciones, nuestro sistema de partidos ha hecho de quien se encuentra al frente de la gestión el principal referente y quien genera las propuestas y da las directivas. 

En tal sentido, Francisco Pérez no sólo debería anhelar dedicar todo el tiempo que le resta en el Ejecutivo a la gestión y esperar que las actuales diferencias internas deriven en consensos, sino ejercer la conducción del partido al que pertenece y comprometer, más allá de los lógicos disensos, el respaldo mayoritario e institucional de la dirigencia. Y con respecto a su pretendido protagonismo en el orden nacional, deberá diferenciar los pasos de la interna del justicialismo con la presencia y exigencias que como gobernador de un régimen federal debe tener ante la Nación.

Gobernar la provincia de Mendoza lleva implícito un compromiso con la historia y las tradiciones de un pueblo que protagonizó la más grande gesta nacional y que reconoce a José de San Martín como el gobernador que desde aquí construyó la libertad de medio continente y por lo tanto, referente ineludible para quien tiene el honor de conducir la administración de esta provincia.

 Ese compromiso con una historia grande impone a quienes gobiernan la dimensión que tiene el desafío de honrar la confianza que los mendocinos depositaron en ellos y los obliga a asumir sus responsabilidades con una mirada de estadistas que, escuchando el mensaje del pueblo, debe alzarse por encima del resultado adverso de la última elección de medio término, y con mayor razón por encima de las vicisitudes y miserias de la trama política para sobrellevar un presente complejo y diseñar el futuro del pueblo de Mendoza.