Germán Aguado: “Con tecnología estamos logrando tomates más productivos"

El especialista está utilizando bioestimulantes, así como también reconoce mejoras sobre el comportamiento del cultivo bajo estrés hídrico.

Germán Aguado: “Con tecnología estamos logrando tomates más productivos"
Germán Aguado: “Con tecnología estamos logrando tomates más productivos"

Una revolución silenciosa se está gestando bajo el suelo de Luján. Es que en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA, están produciendo tomates en mayores cantidades por hectárea, más resistentes a plagas. También están apostando por elevar sus características de sabor y beneficios para la salud humana.

Como coordinador del programa, el ingeniero agrónomo Germán Aguado sabe que tiene entre manos un cultivo que derrama beneficios y que puede crearse con otra concepción productiva.

-¿De qué se trata la evaluación tecnológica que están realizando para determinar el ahorro de agua?

-Fundamentalmente es para prevenir y prepararnos ante los futuros escenarios climáticos de un aumento de la temperatura y un aumento de la evapotranspiración de los cultivos. La suba de la temperatura y la disminución de las precipitaciones níveas en los últimos años hacen que disminuya el agua en los ríos y por lo tanto hay menor disponibilidad de agua para riego. Esto se aplica en todos los cultivos no solamente de tomate y recorre a muchos de los cultivos que tenemos a nivel hortícola. Nos encontramos con que no satisfacen la demanda provincial ni nacional. Entonces, para mantener aún más el nivel productivo en unidad de superficie, tenemos que aumentar la eficiencia de uso de agua. Ésta es la variable que está en el centro de nuestros trabajos. Si aumento la eficiencia en el uso de agua estaríamos relacionando a la cantidad de kilos por litro de agua. En ese sentido, hay muchísimas clínicas publicadas que nos permiten este instrumento.

-¿Por ejemplo?

-Hay estudios que demuestran que el aumento de la densidad de plantación logra mejores resultados. Esto se alcanza con sistemas de riego presurizados y una buena programación del riego en función de las demandas que realmente tiene el cultivo. En superficies más grandes la reducción hídrica y otros conjuntos de tecnología que pueden ir asociadas, disminuyen el consumo de agua porque lo hacen estudiando el momento en que la planta lo necesite. En ese sentido, los usos más conocidos son el uso de mallas de media sombra asociadas a mulching, que es un acolchado plástico que ha entrado al país; son biodegradables y por otro lado se han hecho ensayos también en mulching vegetales. Estamos observando que en algunas condiciones de manejo de restricciones hídricas pueden mejorarse estas cualidades donde las plantas empiezan a sintetizar productos que son antioxidantes, que son beneficiosos para la salud. Es un trabajo novedoso desde todo punto de vista.

-¿De qué se trata la nutrición con productos de alta tecnología?

-Estamos trabajando con algunas empresas nacionales e internacionales con bioestimulantes. Básicamente potencian las funciones metabólicas de la planta y lo que se busca es aumentar el rendimiento y calidad buscando siempre el equilibrio entre el nivel nutricional del suelo y de la planta. Esto se puede aplicar vía foliar o vía riego y están formulados en general a base de extractos orgánicos en altas concentraciones. Al presente estamos probando diferentes alternativas tecnológicas que son nutritivas. En el caso del cultivo de tomates tiene altos niveles de nitrógeno, calcio, potasio y otros agregados como sales. Este año hemos decidido probar estos productos y hemos andado muy bien.

-¿Pero qué aspectos han mejorado?

-Producción y sanidad.

-En producción ¿cuánto se puede aumentar para el consumo de tomate en fresco?

-Es variable. Hay productores que producen 100 mil kilos por hectárea, otros 120 mil kilos en tanto otros pueden alcanzar los 200 mil kilos. Si lo tienen protegido bajo invernadero pueden producir un poco más.

-¿En qué consiste el trabajo post cosecha que también está realizando?

-En materia de calidad se puede evaluar desde la fase inicial lo que es sólidos, solubles, acidez, las distintas características organolépticas que tiene el producto. Después se puede ir evaluando esa calidad post cosecha a través del tiempo de conservación que puede ser evaluada en una cámara a distintas temperaturas y humedad. Es eso lo que estamos viendo y por otro lado para cerrar el ciclo estamos trabajando con degustaciones.

-¿Degustan tomates?

-Exacto. Ese trabajo lo hacemos con el equipo de análisis sensoriales que tiene la bodega experimental de Mendoza, que degustan vinos.

Perfil - Germán Aguado (40)

Llegó al INTA en 2005 en la agencia de extensión rural de Luján de Cuyo.

Fue trasladado a una agencia nueva inaugurada en 2008 en la agencia de extensión rural en Maipú.

En mayo del año pasado le propusieron pasar a la investigación en el otro gran componente que tiene el INTA.

En su tiempo libre le gusta compartir con sus hijos y amigos.

Toca instrumentos ya que sabe de música, y también practica ciclismo.

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