La carrera televisiva de Gerardo Sofovich nació cuando la pantalla chica nacional apenas llevaba 10 años encendida. Desde entonces, el hombre de la voz cascada creó y transitó decenas de ciclos y cosechó sentimientos encontrados al por mayor.
En enero volvió como uno de los protagonistas de “Los 8 escalones”, el programa de preguntas y respuestas que conduce Guido Kaczka por El Trece, en el que disfruta mientras expone sus conocimientos terrenales.
Sentado en el rincón más luminoso de su departamento, Sofovich cuenta los detalles de su último regreso. Sobre una mesita, un atado de cigarrillos espera junto a dos botellas de whisky, de esos que “no se toman, se saborean”, según las enseñanzas de Alfio “Coco” Basile. A pocos metros, desde una rockola con fachada clásica y sonido arrollador, la voz de Tony Bennett inunda el ambiente.
Rodeado de diplomas, fotos históricas, premios Carlos y estatuillas del Martín Fierro -un premio que hoy rechaza sin medias tintas-, traza una línea divisoria entre los “verdaderos periodistas y los traficantes de alcahueterías”, una categoría dedicada especialmente para sus hoy enemigos Jorge Rial y Luis Ventura.
Crónica de un regreso
Cuando todo hacía pensar que se había retirado, volvió a la pantalla no como conductor sino como pieza central de “Los 8 escalones”. “Estaba en Punta del Este esperando pasar el verano y a mediados de enero me llamó Martín Kweller, el dueño de Endemol, para decirme que tenía un formato que sólo yo podía hacer”, recordó.
Una semana más tarde, se emitió el primer programa, con buenos resultados. Lo siguiente fue la propuesta de aumentar las emisiones semanales, a dos, tres y cuatro. Con el regreso de “ShowMatch”, el ciclo se mudó a los fines de semana. “Siempre se supo que estaba el compromiso de la vuelta de Marcelo y ahí pasamos a hacer sábados y domingos de 20.30 a 22. Desde que estamos, nunca bajamos de los más vistos”, se jactó Sofovich.
-¿"Los 8 escalones" tiene que ver con la expansión de juegos como "Preguntados"?
-En la televisión argentina los programas de preguntas y respuestas son un clásico. Yo mismo hice “Tiempo límite”, que batió récords de audiencia. Evidentemente todavía en nuestra televisión hay un lugar para la cultura, que no debe dejar de ser entretenida. El desarrollo del juego es muy interesante y es impresionante la respuesta del público, que agradece mucho la ampliación de las respuestas. Yo creo que abro un poco el panorama del conocimiento popular.
Periodismo en debate
-Estuvo presente en algunas polémicas picantes de los programas de la tarde. ¿Cómo califica al periodismo de espectáculos en TV?
-Hay que separar a los verdaderos periodistas de espectáculos de los traficantes de alcahueterías, un título que nadie se animó a usar. Hay una usina muy específica que inspira miedo a muchos artistas que se prestan muchas veces porque piensan que si no participan les van a tirar todos los misiles en contra.
-¿Para usted no hay programas de espectáculos?
-Siempre hubo intereses especiales ligados al espectáculo, porque de la misma manera que la política corrompe al periodista que es fácil de corromper, en el espectáculo también hay intereses que pueden corromper fácilmente.
-Una reciente pelea mediática enfrentó a dos personas con las que usted se enfrentó: Luis Ventura y Beto Casella.
-A uno lo tengo querellado penalmente y no hay manera de volver atrás con eso. Con Beto Casella tuvimos algunos roces, pero hoy somos amigos y tenemos una excelente relación. La única querella que mantengo es contra Ventura.
Sofovich no le perdona al hoy ex “Intrusos” el ensañamiento desde que se distanció de Jorge Rial. Ventura acusó a Sofovich, entre otras cosas, de haberse desentendido de su hijo Gustavo, hoy de 46 años, y a quien dijo que no le atendía ni el teléfono, cosa que el mismo Sofovich demostró como falso al presentarse con su hijo en una entrevista televisiva.
Con Casella, en cambio, Sofovich es más indulgente y parece haberle perdonado conceptos vertidos en “Bendita”, donde lo describió como alguien a quien el ex presidente Carlos Menem le dio a manejar un canal “en una mesa de naipes”. También lo acusó de haber hecho “un desastre” en su gestión y zafar de las denuncias penales gracias a artilugios procesales. Todo ello tras sostener que los técnicos de los canales en los que trabajó simplemente “lo odian”.
Gerardo cree que el cruce Ventura-Casella puede marcar un quiebre en el estilo coercitivo que tanto se cuestiona. “Nena, traeme la tapa de la revista Noticias que tengo enmarcada”, le pide a Esther, su asistente, quien segundos después llega con un portarretratos grande. Detrás del vidrio se ven las caras de los popes de “Intrusos” debajo de un título que dice: “El show del apriete (Ventura & Rial S.A.)”.
A los premios
-¿Vio la entrega de los premios Martín Fierro?
-Yo fui uno de los fundadores de los Martín Fierro. Me arrastró el creador del premio, don Manuel Ferradas Campos, un prócer del periodismo. Pero este Martín Fierro de 91 ó 92 socios, con intereses creados, me parece aberrante. Está absolutamente devaluado. No tengo respeto profesional por el jurado, por eso renuncié a cualquier posibilidad de recibirlo. Hoy Aptra es un círculo cerrado que lucra con la venta de la transmisión y que para tener más ingresos creó el Martín Fierro del cable y el del Interior.
En Carlos Paz
Sofovich fue también el productor que, en 2009, encabezó las taquillas de la localidad cordobesa.
"Los últimos grandes éxitos los tuve en Carlos Paz con espectáculos que fueron récord -repasa-. Hoy, la ciudad se transformó en la plaza más importante del país y me enorgullece que las primeras tres veces consecutivas que se le ganó a Mar del Plata fue con obras mías".
-¿Volvería a producir teatro en Córdoba?
-Siempre está la posibilidad. Manejo ofertas para hacer una comedia en Carlos Paz, pero tengo una sensación ambivalente porque estoy cómodo con “Los 8 escalones” y creo que tengo para rato con esto que recién empieza.
Cosas de política
En julio de 1988, “La noche del domingo” se tiñó de escándalo cuando, durante una entrevista, el escritor Dalmiro Sáenz dijo: “En la colección privada del Vaticano está La Virgen del Divino Trasero. Una Virgen con un culo precioso, un cuadro muy lindo”.
Más de un cuarto de siglo después, Gerardo Sofovich recuerda el incidente y sus consecuencias. “Fue una frase de Dalmiro Sáenz que yo dejé correr y me sancionó el Comfer”. El conductor estaba en Nueva York cuando el diputado radical César “Chacho” Jaroslavsky lo llamó para informarle que pesaba sobre su programa una suspensión de siete días. “Gerardo, me pide el presidente (Raúl) Alfonsín que no haga ninguna declaración, que no diga nada, que cuando llegue va a estar todo arreglado”, cuenta que le propuso el dirigente radical. “Así fue, volví, y estaba todo arreglado”, recordó.
-¿Se arrepiente de su participación política como funcionario de Carlos Menem?
-No. A mí siempre me interesó la política, incluso durante mi paso por la universidad llegué a ser presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (Fuba).
Sofovich ingresó a Arquitectura en 1955, cuando la carrera se cursaba en la Manzana de las Luces porteña. Allí estaba el mediodía del 16 de junio de 1955, cuando los aviones de la Marina de Guerra bombardearon Plaza de Mayo en un intento por matar al presidente Juan Domingo Perón. “Empezamos a escuchar lo que parecían truenos. De pronto comenzamos a sentir las sirenas de los patrulleros y bajamos.
Estábamos a 100 metros de la Plaza de Mayo y nos fuimos alejando como pudimos”, evoca Sofovich.
-¿Cómo es su relación con el peronismo?
-La mayoría de mis amigos en política son peronistas, pero el peronismo es un eufemismo, es un gran movimiento reunido alrededor de una figura magnética como la de Juan Domingo Perón. Indiscutiblemente fue quien promovió la llegada a una mejor condición de vida de las clases postergadas, pero al mismo tiempo en su gobierno crecieron las villas miseria. Hoy apoyo firmemente a Mauricio Macri.
Los conductores y la TV de hoy
Sofovich también se anima a hablar sin tapujos sobre los conductores más populares de la televisión argentina. Y también sobre el momento que vive el humor en la tevé.
De Beto Casella a Marcelo Tinelli, mas lo que dijo sobre los "traficantes de alcahueterías" como Luis Ventura, no le escapa a muchos y dice: "En tantos años de conducir y crear programas debo haber inspirado subliminalmente a alguno”.
Aquí lo que dijo de cada uno.
Beto Casella: "Desarrolló una personalidad muy particular. Los que triunfan de verdad son los que crean un estilo y él lo hizo, tiene un estilo propio".
Santiago del Moro: "Tiene capacidad pero lamentablemente se ha transformado en una sucursal de Rial y Ventura. Hace poco presentó un reportaje a Rial llamándolo el periodista más importante de la Argentina. Ahí dije: sonamos".
Marcelo Tinelli: "Ha creado más que nada una atmósfera. Lo definí como un titiritero perverso. Hay una enorme cantidad de figuras que sueñan con ser tocados con la varita mágica de Marcelo y hacen lo que tengan que hacer, lo que el titiritero disponga".
Alejandro Wiebe "Marley": "Es indefinible. Lo quiero mucho porque es un tipo que zafa de cualquier situación. Sin dudas es una figura de rating capaz de hablar y hablar en cualquier circunstancia".
Guido Kaczka: "Es uno de los conductores del momento, de los que tiene más rating. Junta juventud y experiencia. Formó parte de la mesa de 'Polémica en el bar' con 18 años. Tenemos todos los códigos entre nosotros y la verdad es que nos divertimos mucho".
Un poco de humor
-¿Quiénes son los integrantes de la mesa ideal de "Polémica en el bar"?
-Como titulares tienen que estar (Juan Carlos) Altavista y (Jorge) Porcel. Después pasaron personas muy importantes, uno de ellos era Rolo Puente, un amigo a quien extraño mucho. También Javier Portales, Julio de Grazia, Carlos Carella, Rodolfo Crespi, Adolfo García Grau.
-¿Y Fidel Pintos?
-¡Fidel! Estuvo solo un año en “Polémica...”, cuando le di vacaciones a “La peluquería”. Es tan fuerte la presencia de Fidel que todo el mundo cree que estuvo años en la mesa. Después de ese año volvió a “La peluquería” hasta que murió y en los años ‘80 la heredó Porcel.
-¿Cómo ve el panorama del humor en TV hoy, donde hay propuestas que no tienen mucho que ver con sus programas históricos?
-Creo que en la televisión están faltando un Hugo Moser, un Hugo Sofovich o un Gerardo Sofovich.
-¿Le gusta Diego Capusotto?
-Tiene cosas interesantes pero me pregunto por qué no hace más de dos puntos de rating o por qué no lo llaman de Telefé o de El Trece. Me han dicho que no es un tipo fácil. Me gustaría trabajar con él, pero supongo que a él no le gustaría trabajar conmigo.
-¿Y "Peligro sin codificar"?
-Es una estudiantina con un par de tipos valiosos como Yayo, sin ninguna duda, o Pichu. Creo que trabajando seriamente, profesionalmente, podrían hacer una carrera más importante.
Hagamos un pacto
Mañana a partir de las 22 por la señal de cable Magazine, Gerardo Sofovich debutará como conductor de “El pacto”, un programa de entrevistas en tiempo real en el que, cada semana, recibirá a una figura del mundo del deporte, de la política o del espectáculo para entablar un diálogo que él mismo define como “profundo y comprometido, pero a la vez cálido y divertido”.
En cada una de las entrevistas se deberá respetar un pacto, que conductor e invitado habrán sellado previamente, frente a cámaras y con el público como testigo.
Este acuerdo girará en torno a un tema en particular, una persona o un episodio, que el invitado prefiera evitar. Sin embargo, el fragor de la charla podría provocar que alguno de los dos, al calor del impulso, se fuera de boca.
Aprovechando el clima mundialista que vive el país, el invitado del primer programa será nada menos que el polémico director técnico Ricardo Caruso Lombardi, quien aceptó el desafío de someterse a una entrevista a fondo. ¿Cuál será el pacto que hará con Gerardo?