La salud de Gerardo Sofovich sigue mejorando y desde el viernes pasó de la Unidad de Terapia Intensiva en la clínica porteña donde estaba internado desde el 4 de octubre, a una habitación común.
Según su cardiólogo personal, el doctor Luis de la Fuente, Gerardo “mira televisión” (por supuesto, “su” programa “Los 8 escalones”) y recibe parches de nicotina para dejar de fumar.
De seguir evolucionando así, sin dolores y respetando la medicación, hoy podría ser dado de alta y trasladarse a su casa, aunque no se indicó cuándo podría volver a trabajar.
El conductor de 77 años fue internado hace algo más de dos semanas en la Clínica Suizo Argentina de la Capital Federal con una arritmia que derivó en una insuficiencia respiratoria severa y una insuficiencia cardíaca, producto del EPOC que sufre por su adicción al tabaco desde que era muy joven.
Su cuadro se complicó con una neumonía y un principio de insuficiencia renal, por lo que hubo que esperar una leve mejoría para sacarle el respirador mecánico e intervenirlo y colocarle un marcapasos y un sincronizador cardíaco.
Los problemas de Sofovich con su corazón vienen desde hace años. En setiembre pasado fue operado por última vez para colocarle el stent número 16 (dos de ellos en arterias renales), triste récord que lo ha convertido en el hombre con más cantidad de estas prótesis en el país.
Además, en los últimos años se le han realizado 12 angioplastías.
¿Vuelve o no vuelve?
Si bien es intención del mismo Sofovich la de volver a ocupar su puesto de figura líder en el programa de El Trece “Los 8 escalones”, los médicos todavía no hablan del tema y en el canal se preguntan si estará en condiciones de retomar su trabajo.
Es indudable que Iván de Pineda lo reemplaza muy bien y su nivel cultural es casi tan alto como el del septuagenario productor. Sin embargo, la imagen de “bueno” del modelo y conductor de “Resto del mundo” parece no medir muy bien en el rating, por lo que el canal estaría pensando -en el caso de que Gerardo no volviera muy pronto- en reemplazar al bueno de Iván por alguien más polémico que aporte la necesaria cuota de confrontación que tanto parece gustar al público.
