Cuando Gerardo Martino tomó la dirección del Atlanta United FC, muchos creían que estaba condenado al ostracismo. Sus pasos en falso en Barcelona y la selección argentina, ensombrecían su futuro. Pero el rosarino se ha sabido reinventar a cada paso y lo ha vuelto a hacer. En tan sólo un año, su equipo se ha convertido en la sensación de la Major Soccer League clasificando a las instancias finales y batiendo récords de asistencia a los estadios.
Además fue elegido como el técnido del equipo de las Estrellas.
Más que un gran equipo de fútbol, Atlanta United es el catalizador de un fenómeno popular que hasta su llegada estaba oculto. Rompió en dos ocasiones la marca histórica de asistencia de público en un partido de la MLS. Cerró la temporada regular ante más de 71.000 espectadores en un partido frente a Toronto FC.
También fue el equipo que más gente congregó en toda la liga cada vez que se presentó como local. Allí donde nada había un año atrás, el equipo y la ciudad que lo alberga han creado un fenómeno que solo puede compararse con lo que los Sounders tienen en Seattle.
El equipo reunió a un promedio de 48.200 espectadores en cada partido que jugó como local en 2017. También creció de manera visible el promedio general de la liga.
Para conseguirlo, el ex DT de Newell's, dos veces finalista de la Copa América con Argentina forjó un equipo con espíritu ofensivo, predispuesto al espectáculo. En la fase regular terminó cuarto en la Conferencia Este, ganándose un lugar en los playoffs.
Anotó 70 goles en 34 partidos, una marca que lo dejó como segundo conjunto más anotador de la temporada, detrás de Toronto (74), el líder de su zona. Y todo con un plantel muy interesante, pero mucho menos oneroso que el de otras franquicias.
El citado Toronto, por ejemplo, cuenta con el italiano Sebastián Giovinco y con Jozy Altidore, ídolo del fútbol estadounidense. Los Ángeles Galaxy tiene a los hermanos Giovanni y Jonathan Dos Santos. Montreal Impact, a Ignacio Piatti y al suizo Dzemaili. Ni hablar de New York City, con Maxi Moralez, el "Guaje" David Villa y Andrea Pirlo.
En Atlanta, en cambio, son candidatos al MVP Héctor Villalba (ex San Lorenzo) y Miguel Almirón (ex Lanús), dos piezas por las que Martino sugirió invertir para la conformación de una plantilla con futuro. También está el carismático Yamil Asad (hijo del Turco, ex DT de Godoy Cruz), a quien Martino transformó en un temible 'todo terreno'. Todos ellos jóvenes y con ganas de comerse el mundo.
Las figuras en la cancha llegaron para brillar en Norteamérica y dar el salto a Europa. La figura en el banco de suplentes llegó a una competición de la que desconocía prácticamente todo para -en cuestión de meses- convertirse en uno de sus máximos referentes tácticos.
En su medida, el rosarino -el creador del estilo de Atlanta United- es un 'entrenador franquicia' que puede dejar a su actual equipo y a la liga en general un rico legado de análisis, visión y formación con el paso de los años.
Atlanta United rompió el molde y marca tendencia. La MLS -acostumbrada a importar figuras globales- desde la llegada de Atlanta United comienza a creer en sus opciones de ser la plataforma de desarrollo de futbolistas que podrían ser figuras globales en el futuro. Ese es el mayor logro del equipo en su primer curso.
"Muchos de los jugadores de Atlanta United jamás han jugado un partido de Playoffs en la MLS. Pero varios de ellos han sido campeones a nivel juvenil con sus respectivas selecciones, ganaron la Copa Libertadores o están acostumbrados a estar en el radar de grandes conjuntos europeos. La presión del debut en la postemporada de la liga norteamericana será relativa para varios de ellos. Lo mismo vale para un cuerpo técnico que ha sido testigo de crisis y momentos de gloria en varios países de América Latina y Europa. ¿Quién puede atreverse a decir que la juventud y falta de kilómetros recorridos en la Major League Soccer pueden ser un obstáculo real en la carrera de este equipo hacia el título? Atlanta United es un equipo especial, quizás único. El cielo es el límite para el conjunto que hace vibrar a una gran parte de Estados Unidos", dice Univisión.