En una película que le dio fama, la recordada y estilizada 300, Gerard Butler encarnó a Leónidas y enfrentó, con un grupo de guerreros escaso, el temible y gigantesco ejército de Jerjes para defender Esparta.
Ahora, en Geotormenta (que se estrena hoy en Mendoza), al actor escocés le toca interpretar a otro héroe, que si uno lo piensa bien, se asemeja a ese valiente rey espartano que, con las pocas armas posibles, se traba en un lucha en las que parece lleva todas las de perder, a juzgar por la magnitud del enemigo.
Sin embargo, esta vez no estará frente a hombres armados: lo que tendrá por delante será una tormenta gigantesca, un monstruo nacido de las fauces incontrolables del cambio climático.
La película cuenta con guion y dirección de Dean Devlin (el mismo productor de las dos entregas de Día de la independencia y de Godzilla), y Butler dice que le sedujeron muchas cosas del papel que le ofrecieron para Geotormenta.
“Hubo muchas razones: leí el guion y encontré que proponía muchas acciones. Tienen un enfoque muy de entretenimiento, y a mí me encanta la aventura y fantasía. Y la verdad es que esa fue una de las razones por las que quise ser actor: escapar a estos mundos”.
Objetivo: salvar el planeta
En Geotormenta, Butler da vida a Jake, un científico tan especializado que es el elegido por un conglomerado de países que se unen para detener una tormenta creada artificialmente y que puede devastar todo el planeta.
Gerard Butler (quien en la cinta está acompañado por Jim Sturges, Ed Harris y un Andy García que hace de presidente de los Estados Unidos) explica la historia de este modo: “Es ir a este mundo en un futuro cercano, en la estación espacial, con un concepto fascinante de la ciencia en el que conquistamos el medio ambiente contra el que luchamos.
Y luego está también el elemento de thriller, la parte de ‘¿quién lo hizo?’. Y un aspecto más personal del personaje que debe aprender a ser padre en medio de su lucha, ser un buen hermano y ser maduro, todo en medio de esta aventura. Sentí que era un héreo que funcionaba en muchos niveles”.
Héroe verdadero
No se le da mal esto de ser héroe a Gerard Butler. El intérprete (que sobrevivió esta semana a un accidente en motocicleta, que le deparó unas pocas magulladuras) se ha calzado ese traje heroico y no sólo para mostrar sus pectorales como un valiente espartano.
También en la vida real Butler ha podido dar muestras de su valentía, según ha revelado recientemente. El hecho que narró sucedió en 1997, y estaba filmando por entonces la película Su majestad Mrs. Brown.
“Había un hotel junto al río, y allí nos alojamos. Estaba paseando con mi mamá y le quise enseñar el paisaje. En un descanso me dormí, pero me despertó un grito. Había una mujer a pocos metros. '¿Qué les pasa a esos niños?', le pregunté. Quise ir a ver. Me acerqué al río y vi que uno de ellos se estaba ahogando. Otro de los chicos se me acercó y pensé que quizá estaban bromeando. Pero vi que se hundía más. Fue cuando pensé: ‘Oh, para qué me habré acercado...’”.
Fue un instante de vacilación que duró apenas un segundo. Butler dice que de inmediato, se lanzó a salvar al jovencito. “Me quité la ropa y me metí, estaba helando.
Cuando llegué ya se estaba hundiendo más. Estaba inconsciente. Fue mejor: si hubiera entrado en pánico quizá no lo hubiera logrado sacar, cuando lo logré ya había quince personas afuera viendo qué pasaba, nadie había hecho nada.
Pensé que estaba muerto. Se acercó un italiano y le hizo la maniobra de Heimlich y vomitó. En un minuto empezó a hacer esos ruidos raros que ahora reconozco, porque en otra ocasión yo casi me ahogo al filmar Persiguiendo Maverick”.
Una producción postergada
A pesar de que la cinta se estrena en medio de un debate más que especial por el medio ambiente, no se trata de una producción flamante.
De hecho, y aunque los Estados Unidos tienen hoy a un enemigo declarado de la idea del “cambio climático”, encumbrado nada menos que como presidente de este país, la filmación de Geotormenta se hizo hace dos años. Y la preproducción arrancó en julio de 2014.
Los productores esperaban algo más ágil, pero lo cierto es que la disconformidad por el resultado de algunas escenas hizo que todo se alargara y que finalmente en diciembre pasado se volvieran a rodar algunas escenas y así, por fin, se diera por concluido el rodaje.
Sin embargo, por cómo se ha agravado el problema ambiental, la película termina teniendo ahora una lamentable actualidad.
A propósito, el director Dean Davlin ha dicho: “Queríamos hacer una cinta que le hablara a todo el mundo y con un reparto de lujo. Lo hemos conseguido”.