Aunque la primera noche de la Fiesta Nacional de la Vendimia es cosa del pasado, recordar a aquellos que llegaron temprano es un justo reconocimiento al esfuerzo por haber "abierto" las puertas del Frank Romero Day, quienes además tuvieron el privilegio de escuchar a Los Auténticos Decadentes en vivo, y la lectura de una carta enviada por el papa Francisco. El humor estuvo a cargo de Cacho Buenaventura.
Corridas, corrección de detalles a último momento, plásticos que aun no habían sido colocados, drones sorprendiendo a más de uno y la música de fondo fueron la postal de la previa. Eso sí, los cerros lucieron su rostro multicolor muchas horas antes de que el Teatro Griego abriera las puertas. Siempre es válido el reconocimiento para aquellos que "hacen el aguante" desde bien temprano.
Los primeros
Con acento español, mezclado con catalán, un grupo de seis personas, abanico en mano -el sol pegaba fuerte a la tarde-, contaron sus sensaciones recién ubicados en sus butacas de cemento. "Es la primera vez que venimos al Teatro Griego. Antes ya habíamos ido a los cerros, pero es la primera vez que lo vivimos desde adentro", contaron a coro, con palabras atropelladas de emoción.
Los citados son argentinos, aunque vivieron en Barcelona durante quince años y ni bien pusieron un pie en la provincia compraron su ticket para vivir la fiesta máxima de los mendocinos. "Me han dicho que será un espectáculo inolvidable", dijo Edinson Matute, de Ecuador, que compartió lugar con Teresita Peralta, Roxana Peralta, Julieta Ugalde y Carla Alaniz, todos oriundos de Godoy Cruz.
Beto, Nélida, Pablo y Clelia vinieron desde Las Heras para disfrutar del espectáculo. Algo ansiosos, contaron que lo más importante es que todo saliera bien. "Ya vimos el acto de Grigor otro año y fue excelente, esperamos que este año sea mejor".
Mientras las tribunas poco a poco empezaban a llenarse del calor de la gente, que ya agitaba sus carteles a medida que el sol dejaba de quemar, se afinaban los últimos arreglos en el escenario.
Una cámara que cruzaba la zona central de ida y vuelta, un juego de luces que destellaba frente a las tablas y los periodistas que abrían sus notebooks con ritmos coordinados, fueron otras de las instantáneas de la noche.
"Es la primera vez que venimos los tres. Deseamos que sea muy bonito, y sobre todo, queremos ver a Piquín volar en el escenario, vinimos con esa premisa", contaron Valeria Bogado, María Morales y Agustín Herrera, que viajaron desde Maipú y ya a las 18 ocupaban su lugar. "Como era la primera vez que veníamos, no sabíamos bien de qué se trataba, por eso, por precaución salimos a las 16 de casa", agregaron.
El show sorpresa
Si bien era un secreto a voces, la presentación de Los Auténticos Decadentes fue muy bien recibida por el público. Abrieron con "la Guitarra" y continuaron con su conocido repertorio.
"Me lo imaginaba porque había escuchado que venían ellos. Además estuvieron en la Serenata de las Reinas. Está bueno para ir entrando en calor, por toda la fiesta que tiene su música. Igual, me sentí un pendeviejo -por la canción de Los Decadentes-, y eso está muy bueno", opinó Nahuel Grisolía, de Tunuyán.
Tomaron conciencia
Diego eligió ponerse el sticker de la campaña de donación de órganos que desde temprano circuló por las gradas del Frank Romero Day. Como él, muchos mendocinos y turistas se sumaron a la iniciativa. "Me parece bueno que en espectáculos como estos se difunda algo tan importante. Hay que generar conciencia", dijo el lavallino.
Roberto Bazán y María Ibaceta también debutaron en el Teatro Griego, una constante en aquellos que llegaron temprano. "Hemos venido a los cerros, pero acá está mucho mejor, se ve más lindo. Afuera hay mucha gente y es bastante difícil entrar, pero vale la pena", contaron, agregando que sus reinas favoritas son las de Lavalle y Maipú.
Promediando las 19.30 comenzó a escucharse "Radio Vendimia" un clásico de cada año. Luego, Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, los músicos del Indio Solari. Minutos más tarde, se escuchó por primera vez el "Canto a Mendoza", preparando a todos para el espectáculo que ya se palpitaba.