Donald Trump prometió ayer en su primer mitin tras su victoria electoral sanar las heridas de Estados Unidos, diciendo que el país no tiene más opción que unirse y rechazar la intolerancia, al tiempo que anunció el nombramiento del general retirado James Mattis para dirigir el Pentágono.
“Somos una nación muy dividida. Pero no vamos a seguir estando divididos por mucho tiempo”, dijo el presidente electo republicano, elegido el 8 de noviembre, en Cincinnati, Ohio, ante unos miles de seguidores congregados en un estadio.
“Condenamos la intolerancia y los prejuicios en todas sus formas. Denunciamos todo el odio y rechazamos con fuerza el lenguaje de exclusión y segregación”, agregó al tender la mano a sus rivales demócratas.
Trump, quien realizó su primer acto de agradecimiento ante un público mucho más pequeño que el que lo siguió durante su campaña, anunció también que nombrará a Mattis, de 66 años, como jefe del Pentágono.
“Vamos a nombrar al ‘Perro Rabioso’ Mattis como nuestro secretario de Defensa”, dijo refiriéndose al apodo de este antiguo jefe del Comando Central estadounidense, lo que le daba autoridad en Irak y Afganistán.
“Pero no lo anunciaremos hasta el lunes, así que no se lo digan a nadie”, añadió.
“El Perro Rabioso es excelente, es excelente”, agregó sobre Mattis, general retirado del Cuerpo de Marines, quien también es conocido por su intelectualidad, su biblioteca con más de 7.000 libros, y por darle listas de lecturas a sus oficiales.
“Es el mejor. Dicen que es lo más cercano al general George Patton que tenemos”, comentó en alusión al famoso general estadounidense de la Segunda Guerra Mundial.
Poca participación
El mitin no contó con la cantidad de gente que se esperaba, en comparación al público récord que recibía el magnate durante sus actos de campaña. Esta vez no había largas filas para entrar y la mitad de los asientos estaban libres cuando Trump llegó al U.S. Bank Arena de Cincinnati.
El pabellón, que tiene capacidad para 17.000 personas sentadas, había recibido a 21.000 seguidores de Trump en un clima de mucha efervescencia el 13 de octubre.
“Hace frío afuera”, relativizó Tim Smolinski, de 63 años, un antiguo ingeniero espacial que encontró un buen lugar para sentarse junto a su esposa. Otros asistentes argumentaron la falta de gente debido a que había avenidas cortadas por la Policía alrededor del coliseo, lo que complicaba el acceso, así como importantes embotellamientos de tránsito.
De todas formas los presentes estaban agradecidos de que Trump se tomara el tiempo de realizar una gira de victoria en los estados en lo que ganó. El hecho es inédito para un presidente electo.
Más temprano, en la primera parada de su gira en Indianapolis, Indiana, el presidente electo amenazó a las compañías que abandonen EEUU en busca de menores costos en el extranjero.
“Las compañías no van a abandonar Estados Unidos sin consecuencias. No va a pasar”, lanzó durante una visita a la fábrica de aparatos de aire acondicionado Carrier en Indiana, que renunció a relocalizar mil puestos de trabajo en México.
Tras hacer campaña sobre la promesa de salvaguardar los empleos en las fábricas estadounidenses, el magnate escogió visitar esta planta convertida esta semana en el símbolo de la política que pretende implementar contra la instalación de industrias estadounidenses en otros países.
“Abandonar el país va a ser muy, muy difícil”, apuntó.
Carrier anunció el martes que había cancelado su plan de relocalizar 1.000 puestos de trabajo a México, indicando en Twitter que tomó esa decisión después de “concluir un acuerdo con el presidente electo”.
Esta gira ocurre después que el presidente electo anunció nombramientos de suma importancia en su equipo económico: el banquero Steven Mnuchin, de 53 años, será su secretario del Tesoro, al tiempo que el multimillonario Wilbur Ross, de 79 años, asumirá el departamento de Comercio.
Sorpresivo descenso de la tasa de desempleo, al 4,6%
Con una dinámica creación de empleo y una tasa de desempleo en su nivel más bajo en casi una década, el mercado laboral estadounidense no parece afectado por la incertidumbre que rodeó la elección presidencial de noviembre, aunque algunos puntos oscuros subsisten.
La tasa de desempleo en EEUU cayó en noviembre a su nivel más bajo desde agosto de 2007 con un trasfondo de creaciones de empleos dinámicos, informó este viernes el departamento de Trabajo.
El indicador retrocedió 0,3 punto en un mes para establecerse en 4,6%, cuando los analistas estimaban que se mantendría sin cambios.
En consecuencia, en noviembre hubo un neto descenso del número de desempleados en Estados Unidos (-387.000), situándose el total en 7,4 millones.
El saldo neto de nuevos empleos se situó en 178.000 en noviembre contra 142.000 en octubre.
El sector de servicios fue nuevamente el más dinámico, agregando 63.000 empleos en noviembre, principalmente en la división de seguro por enfermedad.
Temas candentes para el nuevo jefe
El general retirado James Mattis tendrá al menos seis temas candentes sobre la mesa.
Irán
Mattis se sitúa en la línea dura en lo que respecta a Irán, país al que describió como “el actor más beligerante en Oriente Medio” y a cuyo gobierno acusa de financiar las redes extremistas que desestabilizan la región.
En su opinión, la Casa Blanca no hace suficiente para contrarrestar los movimientos militares iraníes en la región.
Derrotar al EI
Durante la campaña presidencial, Trump prometió liquidar al grupo Estado Islámico (EI), matar a los familiares de los sospechosos de terrorismo y torturar a los prisioneros. Sin embargo, Mattis le hizo saber que no estaba de acuerdo, y el presidente electo parece haber relajado sus promesas de tortura.
A Mattis le costará desarrollar un plan anti-EI muy diferente al puesto en marcha por Barack Obama, consistente en bombardear posiciones del EI y entrenar y equipar a las fuerzas locales para combatir a los yihadistas.
¿Mayor gasto militar?
El Ejército estadounidense es el más poderoso y caro del mundo, con un presupuesto de más de 600.000 millones de dólares y 1,3 millón de soldados activos. Lo sigue China, aunque su presupuesto anual apenas alcanza la cuarta parte del de EEUU.
Siguiendo las promesas de Trump, Mattis supervisaría un aumento de los efectivos en el Ejército, de 450.000 a 540.000, y una ampliación del número de barcos y submarinos de 308 a 350.
Exigencias a aliados
Durante la campaña, Trump acusó a los miembros de la OTAN y a sus aliados asiáticos de no aportar lo suficiente a las alianzas. Pero desde que fue elegido, rebobinó algunas de sus palabras.
Una de las primeras tareas de Mattis sería aclarar con sus aliados cuál es la postura de la nueva administración.
Afganistán
Quince años y miles de millones de dólares después de la invasión dirigida por EEUU, el país sigue en una situación de tensión, y a las fuerzas de seguridad afganas les cuesta contener a los talibán.
Obama se vio obligado a ralentizar el plan de retirada de tropas (el cual había criticado Mattis), por lo que quedarán unos 8.400 soldados en el terreno cuando abandone la Casa Blanca. “Dejaremos de intentar derrocar regímenes y gobiernos”, dijo Trump ayer.
Rusia
Trump ha elogiado en público la capacidad de liderazgo del presidente ruso, Vladimir Putin. Habrá que ver si Trump pide a Mattis que encuentre formas de coordinarse mejor con Rusia en Siria, algo inimaginable en el pasado, porque Moscú apoya diplomática y militarmente al régimen de Assad.
AFP