Desde el domingo, la laguna de la reserva natural El Trapal, de General Alvear, cuenta otra vez con peces nativos que con el tiempo habían desaparecido. Es que se realizó una siembra de peces, unas 50 percas, con el objetivo de que éstas, al ser carnívoras, terminen con las especies que no son autóctonas para poder luego sembrar pejerreyes patagónicos que originalmente vivían en este lugar.
La siembra de peces -la primera después de 35 años- fue ejecutada por personal de Recursos Naturales, que previamente hicieron una tarea de recolección de ejemplares en el embalse El Nihuil, que se trasladaron luego a El Trapal.
"Hace tiempo surgió la idea de reactivar esta reserva. En primer lugar, hicimos todo lo que tiene que ver con forestales: la limpieza de picadas, pero era muy importante la ictiofauna. Teníamos necesidad de traer la fauna autóctona a El Trapal de nuevo porque estaba muy invadido por carpas, chanchitos y dientudos que son especies exóticas", explicó el director de Gestión Ambiental de la comuna, Carlos Pía. Se pusieron en contacto con personal de Recursos Naturales en Alvear y comenzaron las gestiones en esta repartición a nivel provincial para lograr la siembra.
Sin querer, durante el momento de la siembra de peces, hubo gran cantidad de gente que se acercó en forma espontánea a observar el trabajo.
Es que durante mucho tiempo El Trapal fue utilizado para recreación hasta que la crisis hídrica afectó su estructura convirtiéndolo prácticamente en un desierto. Ahora, las copiosas lluvias de los últimos meses regresaron el agua y con ello la esperanza de ver resurgir un lugar muy apreciado por los alvearenses.
El operativo fue complejo. Se preparó la recolección de las piezas en el embalse El Nihuil, mediante redes ubicadas en el lago durante cuatro días, controladas por personal de la estación piscícola. Luego se revisaron las redes y se sacaron los ejemplares que se encontraban en ellas, se colocaron en tachos acondicionados y oxigenados, que fueron trasladados para la siembra en El Trapal.
"El trabajo consiste en calar redes, se revisan cada tres horas; las calamos en la mañana, se revisaron dos veces y quedaron toda la noche que es cuando son más efectivas porque los peces no las ven”, contó Gustavo Solá, de Recursos Naturales.
Agregó: “En la mañana las recorrimos, sacamos los ejemplares enmallados en las redes, los depositamos en unos recipientes y de ahí los dejamos en las instalaciones del Club de Pescadores en El Nihuil que usamos como base operativa". Completó: "Luego se sembraron en la laguna El Trapal, que es un área donde antiguamente había distribución de esta especie y que por distintos motivos ya no está presente". Solá manifestó que la elección de la perca no fue al azar.
"La laguna tiene especies exóticas como el chanchito, el dientudo y la carpa. Si sembrábamos ejemplares de pejerrey patagónico que era la otra opción, y que también es nativo, era muy probable que las otras especies exóticas los predaran y no subsistieran. En cambio la perca es nativa y carnívora que puede terminar con estas especies exóticas lo que nos permitirá a futuro diseñar una acción de manejo de la ictiofauna sostenible a largo plazo y que se pueda hacer un uso racional de ese recurso".
Hizo referencia a la presencia de los vecinos que observaron la siembra de peces. "Es una acción beneficiosa y muy importante la participación de la comunidad porque el usuario es la gente del lugar. Son ellos quienes van a disfrutar de este espacio".
Reserva municipal
La reserva natural comprende 143 hectáreas y se ubica 9 km al sur de la ciudad, sobre la margen izquierda de la ruta 143. El predio fue donado a la comuna en 1985 por un particular, Enrique Mesri, con la condición de que se destinara a ser un espacio gratuito para la comunidad.
Fue declarada reserva natural municipal por el Concejo Deliberante alvearense y ése fue el puntapié inicial para comenzar los trabajos de investigación por parte de biólogos y ambientalistas. Si bien nunca contó con una infraestructura importante, durante algunos años se realizaron tareas de mantenimiento y la zona fue muy visitada por vecinos y turistas hasta que comenzó a deteriorarse y cayó en el olvido.
Aprovechando que las lluvias dejaron atrás lo que parecía tornarse un desierto, las autoridades municipales a cargo de Gestión Ambiental encararon un estudio con el objetivo de recuperar la zona en forma integral. La propuesta prevé la creación de una zona de parque de al menos 3 has con senderos para recorrerlos a pie o en bicicleta y con infraestructura que permita el avistaje de la fauna nativa además del paisaje.
Incluye la reforestación con especies autóctonas, la instalación de señalética explicativa con material histórico de las comunidades aborígenes que poblaron la región o la tradición ferroviaria (las vías del antiguo ferrocarril Sarmiento delimitan el sector sudeste de la reserva).