Aviones israelíes llevaron a cabo ayer 49 bombardeos en Gaza, donde murieron al menos 7 personas, mientras que los combatientes palestinos lanzaron 23 cohetes hacia Israel.
Al término de esta nueva jornada de enfrentamientos, fuentes palestinas indicaron que la negociaciones tendientes a establecer un alto el fuego debían reanudarse en principio hoy en El Cairo.
Poco antes, Francia, Gran Bretaña y Alemania habían llamado a Israel y a los palestinos a un alto el fuego inmediato a través de un comunicado firmado por los respectivos ministros de Relaciones Exteriores.
Los socorristas palestinos contabilizaron ayer 7 muertos en el centro y sur de la Franja de Gaza.
Dos palestinos murieron en un bombardeo israelí “contra una motocicleta” en el campo de refugiados de Al Maghazi.
Otros tres murieron en la mezquita de Al Qasam, en Nuseirat, de la que sólo quedó un minarete en pie, y otros dos en la ciudad de Rafah.
Las bombas israelíes destruyeron tres mezquitas del diminuto enclave palestino Zeitún. Israel sospechaba que al menos dos de ellas estaban vinculadas con el movimiento islamista Hamas.
Desde su inicio, el 8 de julio, el conflicto ha dejado al menos 1.900 palestinos muertos, la mayoría civiles, y 67 fallecidos en el bando israelí, casi todos soldados.
Según la ONU, entre las víctimas palestinas hay 447 niños.
Los combates no se reanudaron con la misma intensidad tras la tregua de tres días, alimentando la esperanza de un nuevo alto el fuego, pero no se logró el viernes renovar la tregua de tres días que expiró por la mañana.
Negociaciones en El Cairo
Hamas advirtió ayer que no hará "ninguna concesión" a Israel. "No habrá marcha atrás. La resistencia continuará con todas sus fuerzas. La intransigencia del ocupante israelí no le aportará nada y no haremos ninguna concesión sobre las exigencias de nuestro pueblo", afirmó en un comunicado Fawzi Barhum, un portavoz del movimiento islamista en Gaza.
Por su parte, una fuente palestina cercana afirmó que los egipcios se habían “puesto de acuerdo con los palestinos sobre una nueva versión de un proyecto de acuerdo” que debía presentarse anoche a los israelíes.
“Esperamos que las partes acordarán una extensión del alto el fuego en las próximas horas”, había indicado previamente la portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos, Marie Harf.
Pero Israel advirtió de que no negociará bajo las bombas, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, ordenó responder a los disparos de cohetes con “contundencia”.
En una entrevista publicada ayer por The New York Times, el presidente estadounidense, Barack Obama, admitió que la influencia de EEUU sobre israelíes y palestinos tenía límites a la hora de buscar una solución al conflicto.
El líder de EEUU añadió que Netanyahu contaba con un gran respaldo en Israel -la mayoría de los ciudadanos apoya la ofensiva en la Franja- y que el presidente palestino, Mahmud Abas, era más débil en los territorios.
Los palestinos reclaman, entre otras reivindicaciones, que se levante el bloqueo israelí impuesto en 2006 a la Franja de Gaza, que asfixia la economía local y mantiene en la pobreza a los 1,8 millones de gazatíes. También piden la liberación de 125 prisioneros encarcelados en Israel.
Pese a retirar todas las tropas de la Franja tras el inicio de la tregua el martes, Israel mantiene sus fuerzas a lo largo de la frontera, preparadas para reaccionar ante cualquier eventualidad.
En la Cisjordania ocupada, tropas israelíes mataron a dos palestinos durante violentos enfrentamientos, según los servicios de emergencia palestinos. Agencias