Gaviola y el valor perenne de la ciencia

Por estos días se cumplió otra conmemoracion del nacimiento del mendocino Enrique Gaviola, un notable científico y docente.

Gaviola y el valor perenne de la ciencia
Gaviola y el valor perenne de la ciencia

En el último día de agosto se cumplió un aniversario más del nacimiento de un notable científico argentino, Ramón Enrique Gaviola, que para orgullo de los mendocinos vino al mundo en 1900 en nuestra provincia, más precisamente en Rivadavia, y falleció en 1989, en esta capital.

Hasta donde sabemos, esa fecha no fue recordada en los niveles públicos locales, salvo en el Cens N° 3-406, de calle Chile al 1700, de capital, y en el Centro Regional de Educación Superior de su pueblo natal, establecimientos que llevan su nombre.

En el primero la elección fue de los propios alumnos. Una gestión muy meritoria ya que la denominación de Gaviola compitió con otros postulantes de mucho mérito, como René Favaloro, Quino (Joaquín Lavado), el ingeniero Luis Balloffet o el inventor del bolígrafo, Ladislao Biró.

En cambio, la conmemoración no pasó desapercibida en la Universidad Favaloro, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde uno de sus exalumnos, el doctor Mario A. J. Mariscotti, repasó la trayectoria del físico mendocino en una conferencia que tituló:

"El papel de Gaviola en el desarrollo científico argentino". El disertante lo tuvo a nuestro hombre como profesor de Física I en 1959 en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y luego entre 1979 y 1980 lo entrevistó varias veces para el libro: "El secreto atómico de la Isla Huemul", cuyo segundo capítulo está dedicado al destacado comprovinciano.

Gaviola fue un notable científico, que se instaló en Europa y llegó a trabajar con Albert Einstein, y pese a tener un futuro promisorio fuera del país, en 1930 volvió a la Argentina para sembrar en nuestro suelo sus valiosos conocimientos.

Estamos seguros de que si viviera en los tiempos actuales demandaría más apoyo para la ciencia y la tecnología, que no cerraran centros de investigación en el país y que la puerta de Ezeiza no fuera el lugar por donde muchos de nuestros jóvenes más talentosos buscan una solución a sus vidas en otros países.

Sus objetivos y metas en el campo científico, no lo dudamos, habrían apuntado a profundizar políticas en este campo de la realidad y seguramente no habría coincidido con la disminución del Ministerio de Ciencia y Tecnología a la categoría de secretaría.

Asimismo, hubiera bregado para que el 1% del PBI se destinase a ciencia y tecnología, realidad de la que estamos muy lejos, por la inflación y otros problemas económico-financieros que tiene el país.

No disponemos de espacio para remarcar todos los aportes técnicos que el mendocino formuló y materializó. Citaremos únicamente a un aventajado colega, profesor de Física Nuclear y doctor en ingeniería, Manuel Sztejnberg, quien señaló que Gaviola "dio todo de sí para generar un espacio para el método científico de primer nivel.

Nótese que fue destacado su involucramiento en lo que él llamaba políticas 'científico-técnicas-educativas', todo junto, para que su sinergia pudiera dar frutos a la sociedad.

Es decir, dentro de su 'plan' estaba el desarrollo de las ciencias más básicas hasta las más aplicadas y esto, a su vez, como un nutriente esencial del avance tecnológico que pudiera dar lugar al desarrollo de la sociedad (en todos sus aspectos). Ya hablaba, por ejemplo, de la relevancia de las ciencias para el desarrollo industrial, cuando las ciencias en Argentina se tomaban casi a nivel de hobby o, en el mejor de los casos, no se asociaba con un impacto directo en la sociedad".

En otras palabras, se anticipó al apuntar al valor del crecimiento por intermedio de estas herramientas. Instituciones como la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Conicet, el Instituto Balseiro, la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (Famaf), fueron consecuencia de su empuje.

En resumen, las enseñanzas y contribuciones de Enrique Gaviola están más vigentes que nunca y deberían ser releídas por los funcionarios que definen las metas científicas y técnicas del país.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA