En la casa del artista francés, L.P. Promenheur, se han trazado dibujos en negro sobre sus paredes en blanco con un toque naif.
Flores, perros, gatos, pájaros o mariposas se posan con dulzura en las paredes, gracias a unos pocos trazos de pincel, y componen un universo único, muy personal y encantador.
¿Cómo no sonreír al despertarse y observar un gato que se despereza ante nosotros? ¿Cómo no ser un poco más feliz cuando una enorme mariposa esta siempre posada junto a la ventana? Una idea sencilla que una persona hábil con el pincel puede copiar en casa para conseguir unas paredes sumamente originales.