Gastronomía y hotelería: los sectores que escapan a la crisis

Mientras que la economía de Mendoza, en general, se contrajo 3,6% en cinco años, en el mismo periodo este sector creció 12%.

Gastronomía y hotelería: los sectores que escapan a la crisis
Gastronomía y hotelería: los sectores que escapan a la crisis

La crisis económica está golpeando con fuerza a Mendoza, provocando un gran deterioro del consumo y una importante caída en los niveles de actividad. Sin embargo, hay sectores que se han visto favorecidos por la coyuntura y han logrado crecer dentro del escenario recesivo. Entre las pocas excepciones, se destacan la gastronomía y la hotelería, que perciben un crecimiento sostenido gracias a la llegada de miles de turistas desde el exterior.

Según los expertos, la mayor presencia de extranjeros se debe a dos factores fundamentales. Uno es la suba del tipo de cambio; el otro, la mayor conectividad aérea.

Silvia Mengarelli, de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), explicó que Mendoza hoy es un destino más competitivo en cuanto a la oferta de servicios gracias al dólar alto. "Esto hace que a los turistas internacionales les rinda mucho más su moneda, obteniendo servicios de alojamiento y gastronomía a muy buen precio y de primera calidad", comentó.

Se mostró de acuerdo Jorge Day, economista del Ieral, quien señaló que "con un dólar más caro es más atractivo para el turista extranjero venir a Mendoza".

Movimiento aéreo

En lo que respecta a la conectividad aérea, se debe tomar como punto de partida la remodelación del aeropuerto El Plumerillo. A partir de entonces el escenario cambió mucho para Mendoza. Es que hasta hace algunos años únicamente Aerolíneas Argentinas y Latam operaban desde o hacia la provincia. Tras las mejoras estructurales realizadas a fines de 2016, se sumaron Sky, Copa Airlines, Gol, Andes, Norwegian, Flybondi y Jet Smart. También lo hicieron por algunos meses las empresas Avianca y Latin American Wings (LAW).

El economista del Ieral, Jorge Day, opinó que la conectividad ha favorecido mucho al turismo en Mendoza, porque ha unido a la provincia con algunos puntos clave. A modo de ejemplo, mencionó el vuelo directo a San Pablo.

Basta con ver las estadísticas para comprobarlo. De acuerdo a informes publicados por el Indec, en los primeros ocho meses de 2019 llegaron 81.200 extranjeros a Mendoza en avión, un 11,3% más que en 2018. Entre ellos, el 33% fueron brasileños.

Por otro lado, la llegada de nuevas líneas aéreas no sólo permitió que se crearan nuevas conexiones para la provincia sino que, además, fomentó un abaratamiento en el precio de los pasajes. Según datos relevados por Viajala (metabuscador de vuelos y hoteles), entre los primeros ocho meses de 2018 e igual período de este año, los precios de los vuelos nacionales aumentaron 17% en términos nominales, pero si se considera el efecto de la inflación, se deduce que los boletos en realidad bajaron de valor real en un 25%. Eso explica en parte por qué hay más turistas argentinos recorriendo Mendoza, pese a la profunda recesión.

Lo mismo ocurrió con los pasajes de vuelos internacionales desde y hacia Mendoza. Los números relevados por Viajala indican que estos viajes aumentaron 34% en términos nominales pero, con inflación de por medio, tuvieron una variación real de -14%.

El impacto económico

Ya queda claro que la combinación del dólar alto con la mejor conectividad aérea favorecieron la llegada de miles de extranjeros. Ahora resta entender cómo repercutió esto en la hotelería y la gastronomía de la provincia.

Uno de los valores más claros para entenderlo es el que se publica en la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El informe más reciente, correspondiente a agosto de este año, indica que en los primeros ocho meses del año  se incrementó en un 12,2% la llegada de turistas a la provincia, pasando de 408.739 personas en 2018 a 458.425 este año (récord absoluto para la actividad).

Si se discriminan esos números por "clase" de turista, se observa que el incremento más pronunciado, en términos porcentuales, se dio en los visitantes "no residentes", es decir extranjeros. En el período enero-agosto del año pasado fueron 152.576 los visitantes internacionales de la provincia, mientras que en igual período de este año se contabilizaron 178.170 turistas que residen en otros países. La diferencia de casi 26 mil personas, marca un crecimiento del 16,8%.

Tampoco es para nada despreciable la mejora del turismo de "residentes" (visitantes argentinos de otras provincias). Las estadísticas muestran un crecimiento del 9,4%, al pasar de 256.163 personas en los primeros ocho meses del año pasado, a 280.255 visitantes entre enero y agosto de esta temporada.

Gasto promedio alto

Las datos presentados hasta el momento demuestran que hay una presencia grande de turistas en Mendoza, que en años anteriores no existía. Pero para entender el impacto que esto tiene sobre la hotelería y la gastronomía, hay que ir un poco más allá.

Según estadísticas relevadas por la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines de Mendoza (Aehga), los turistas internacionales que han visitado la provincia durante este año han tenido un gasto diario de U$S 140, mientras que el pasajero nacional tuvo un gasto promedio que oscila entre los $ 3.200 y los $ 3.400, "casi el doble que el año pasado".

Fuera de estos valores, el comportamiento de los visitantes es muy diferente en cada caso. "El turista extranjero, en general, gasta más; consume en restaurantes de bodegas  y compra vinos de alta gama, aunque no es el caso de los chilenos, que no van a los restaurantes de bodegas y consumen poco más que los mendocinos", comentó Noelia Sahar, gerente de Aehga. 

La hotelería también está sacando provecho del turismo internacional. El Indec informó que en la primera mitad de 2019, 48,4% de los turistas no residentes pernoctó en "hoteles 4 y 5 estrellas", cerca de un 25% lo hizo en hoteles de mejor puntuación y el resto, en departamentos alquilados o casas de familiares.

Por lo tanto, casi 75% de los turistas que llegaron en avión se alojaron en hoteles. Daniel Ariosto, presidente de la UCIM y referente del sector hotelero, confirmó que la demanda ha crecido en estos últimos meses gracias al aumento del tipo de cambio.

"Esto ha permitido que el turismo receptivo regional se hospede en los hoteles de 3 estrellas. Les conviene venir a Mendoza y, en términos generales, venir a la Argentina", comentó. 

Es importante recordar además que permanece vigente la medida nacional que ordena la devolución del IVA a los turistas extranjeros por sus gastos en alojamiento. Eso sin lugar a dudas incentiva el turismo e invita a los visitantes a gastar más en hospedaje.

Continuando con su análisis, Daniel Ariosto indicó que "la suba del dólar hizo que el turismo emisivo disminuyera (argentinos que viajan fuera del país), y creciera la demanda de los destinos internos" continuó Daniel Ariosto.

“No obstante, esto no puede tomarse como una situación continua y que persistirá en el tiempo. Responde a la causalidad y está atada al dólar. Se pueden invertir los valores y aumentar el turismo emisivo”, agregó.

Restaurantes en alza

El impacto del turismo sobre la gastronomía es claro. Sirve de ejemplo lo ocurrido en el primer fin de semana de noviembre, cuando miles de chilenos cruzaron la Cordillera para venir a pasar su fin de semana "extra largo" en Mendoza. Fernando Barbera, presidente de Aehga, indicó que durante esos días se vio un impacto significativo en la facturación de los restaurantes de la provincia.

Por supuesto, la resistencia de la gastronomía a la crisis económica también tiene mucho que ver con  el turismo interno del país y con el consumo de los propios mendocinos que, si bien han restringido sus gastos en otras ramas del comercio, han mantenido una demanda alta en los sitios gastronómicos. Tanto es así, que hoy es común la apertura de nuevos locales en ese rubro. Pedro Dantiacq, director de Comercio de la Municipalidad de Mendoza, informó a Los Andes que el último año se registraron 34 nuevas cafeterías en Ciudad. Indicó que muchos negocios que se dedicaban a otras ramas del comercio, han optado por pasarse a la gastronomía.

Mejora de largo plazo

Aunque la coyuntura económica es la que ha conducido el crecimiento de la hotelería y la gastronomía durante los últimos años, ambos sectores han demostrado un comportamiento positivo en el largo plazo. Así lo demuestra la medición del Producto Bruto Geográfico de Mendoza (PBG), realizada por la DEIE.

El informe indica que entre 2013 y 2018, período en el que la economía provincial en su conjunto se contrajo 3,6%, el rubro de "hotelería y turismo" logró un crecimiento del 12%. Más allá de algunos altibajos en el camino, los valores de punta a punta son contundentes y demuestran que ambos sectores han sabido escaparse de la crisis económica general.

De hecho, se puede ver una diferencia notoria con otro rubro relacionado: el comercio.

En su versión minorista, se registró una fuerte retracción del 18% entre  2013 y 2018, mientras que el minorista se contrajo 5%.

Se puede comparar así que el crecimiento del turismo no impulsó al comercio de la forma que sí lo hizo con la gastronomía y la hotelería.

Otros rubros favorecidos

Las que sí han logrado crecer de la mano del turismo, además de restaurantes y lugares de alojamiento, son las empresas que justamente ofrecen actividades para las personas que visitan la provincia.

Marcelo Flores, operador de actividades de aventura y del área del vino, destacó: "El crecimiento se debe a varios factores. Uno de ellos es la conectividad aérea y los vuelos directos a Mendoza desde ciudades como San Pablo, Lima, Panamá. Otro aspecto es la devaluación, porque  favorece al turista extranjero y eso nos ha ayudado".

Por otra parte, aseguró que hoy el Valle de Uco es un destino posicionado, a nivel sudamericano, para el turismo vitivinícola. "Además, la cercanía a la montaña es un argumento más que completa la oferta", apuntó.

Hay buenas expectativas para el verano en la provincia

Gabriela Testa, presidente del Ente Mendoza Turismo, explicó que es difícil hacer una estimación de ocupación hotelera para el verano, debido a que la incertidumbre económica por el cambio de gobierno ha retrasado las decisiones de viajes por parte de los turistas. No obstante, se mostró optimista respecto de la próxima temporada.

"La primera semana de enero tiene siempre un comportamiento muy bueno, que viene de la mano de las fiestas de fin de año. Generalmente la temporada comienza con un fin de semana largo y un nivel de ocupación por arriba del 75%", indicó.

“En esta época tienen más preponderancia las zonas vinculadas a alta montaña y a la naturaleza, como el Valle de Uco”, completó.

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