Garibaldi y Salta, la esquina más ruidosa del Gran Mendoza

Desde la Dirección de Protección Ambiental realizaron durante 2016 mediciones en transitados puntos de los departamentos del Gran Mendoza.

Garibaldi y Salta, la esquina más ruidosa del Gran Mendoza

Bocinazos, rugir de los motores y frenadas son algunos de los sonidos que se pueden percibir si uno se para sólo por algunos minutos en la esquina de Garibaldi y Salta en Capital, incluso por momentos se hace difícil mantener una conversación con una persona cercana.

La misma aparece como la intersección más ruidosa si se la compara con otros transitados puntos del Gran Mendoza. La información surge a partir de los datos recabados por la Dirección de Protección Ambiental (DPA) dependiente de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial durante el 2016.

Desde allí se tomaron mediciones con decibelímetros en 23 puntos de seis departamentos (de similares actividades de comercio y administración) distintos días de semana durante el horario matutino por 15 minutos. En la mencionada esquina el promedio de los valores tomados arrojó 70,08 dBA (decibeles ponderados, una media con corrección que se adapta al oído humano).

Le siguen de cerca Colón y Patricias con 70,4 dBA y Patricias y Gutiérrez con 70 dBA. Notablemente por debajo se encuentran las mediciones realizadas en el interior de la Plaza España con un promedio de 60,5 dBA.

El segundo departamento que se caracteriza por tener una esquina ruidosa es Godoy Cruz. En la intersección de San Martín y Rivadavia el promedio de los datos obtenidos fue de 68,8 dBA. En el medio se ubicaron Luján, Guaymallén y Las Heras. En cuanto al más silencioso aparece Maipú ya que sobre calle San Martín en las inmediaciones del municipio del dato fue de 59,9 dBA.

Para el ingeniero Andrés Bullaude de la DPA, las condiciones de ruido en el Gran Mendoza son por demás llamativas. “En Patricias y Gutiérrez se superan los 70 dBA cuando la Organización Mundial de la Salud establece que para este tipo de calles debería ser 55”, remarcó el experto quien detalló que este valor es lo recomendado para un lugar público donde se pueda tener una conversación sin esfuerzo para escuchar al otro.

Tal como indicó, el ruido es un contaminante más al igual que los gases o partículas. "Afecta a la salud de las personas en distintos grados", aseguró. Un aspecto que destacó el ingeniero fue que a pesar de que hay diversas líneas de investigación que apuntan a la contaminación sonora, en nuestra legislación ambiental no se contempla como contaminante. "Nuestra ley de Aire (5100) no habla de ruido, está bastante desactualizada".

Aclaró que sí hay ordenanzas municipales al respecto.

Caos vehicular

A Carlos Prato, director de Tránsito y Transporte de la Municipalidad de Ciudad no los sorprende que la Capital sea el departamento más ruidoso. “Hay que tener en cuenta que somos un ejido urbano y que recibimos 270.000 vehículos por día, cuando el parque propio de los capitalinos es de 110.000 autos”, informó. Él precisó además que justamente San Juan y Salta son las que acumulan mayor carga de transporte público.

“Funciona por acumulación, el ruido es proporcional al flujo vehicular”, remarcó a la vez que reconoció que es inevitable. “Mientras más población y más actividad más ruido hay, hasta que lleguemos en un futuro a cambiar por vehículos híbridos o eléctricos”, afirmó.

De todas formas allí controlan de forma constante los ruidos molestos que emiten los vehículos. “De un promedio de 6000 multas que hacemos por mes, unas 120 son por contaminación sonora por bocinas, escapes o alarma”, detalló el funcionario.

El especialista César Boschi, director del laboratorio de Acústica UTN Facultad Regional Mendoza (FRM), conoce de cerca el tema ya que en el año 2007 formó parte del Mapa de Ruidos que tienen proyectado actualizar.

“Hay algunas calles que están claramente identificadas como Salta, Rioja y Patricias Mendocinas en el eje norte sur y de oeste a este Vicente Zapata, Colón y Arístides Villanueva”, enumeró. Aclaró que el mayor causante de los ruidos son los motores diesel de colectivos. “Cuando son nuevos hacen menos ruido, pero la falta de mantenimiento hace que vaya empeorando esta situación”, indicó.

En cuanto a los efectos en la salud aseguró que desde 70 decibeles en adelante, causan inconvenientes que no se observan de forma inmediata. "En una situación constante la persona puede empezar a sentir ciertos efectos como el incremento de la tensión arterial, problemas para conciliar el sueño y para concentrarse, si eso se va acumulando trae problemas de comportamiento y estado de ánimo.

Enrique Puliafito, director del Grupo de Estudios de la Atmósfera y el Ambiente (GEAA) de la UTN (FRM), precisó que a diferencia de otros contaminantes del aire el ruido tiene un efecto en las personas que se ubican más cercanas a la fuente de emisión: “el problema central del ruido es el estrés que genera”, manifestó el ingeniero. En cuanto a las posibles soluciones para disminuir los niveles de ruidos en las ciudades, el ingeniero Boschi contó que es un tema que se está estudiando en distintas partes del mundo.

“Las soluciones son diversas y algunas medidas son extremas como impedir la circulación de vehículos en determinadas zonas o como hacen en algunas ciudades restringir el ingreso de patentes determinados días”. Y aclaró que estas medidas apuntan sobre todo a la disminución de contaminación por humos pero que de forma indirecta beneficia a la contaminación sonora.

Nicolás Mezzatesta atiende un quiosco sobre Salta situado frente a una parada de colectivos y está constantemente expuesto al ruido ambiente. “Uno se va acostumbrando pero hay momentos del día que no puedo escuchar a los mismos clientes que tengo enfrente”, contó el joven. El problema se hace más notorio en horas pico.

Susana Vega vive en las inmediaciones de la mencionada esquina por lo que ya está habituada a los bocinazos y a las frenadas. "Los peores son los colectivos y los camiones, pero también las motos que tienen un sonido característico", comentó. Atenta a su salud ella colocó doble vidrio en las ventanas de su departamento. “Me lo recomendaron para poder vivir más tranquila”.

Red federal de Monitoreo Ambiental

El gobierno nacional a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación lanzó en mayo pasado la Red Federal de Monitoreo Ambiental de la que la provincia aspira a ser parte. "Nosotros aportaríamos los datos de aire que desde hace tiempo venimos midiendo y otras organizaciones las de agua y suelo", explicó Andrés Bullaude parte de la Dirección de Protección Ambiental.

Pero para que esto sea una realidad la dirección debería contar con mayor cantidad de equipos de medición automática que permiten obtener datos en tiempo real. "La expectativa con esta Red Federal es poder adquirir más instrumentos automáticos tratando de buscar algún intermedio que nos permita asumir los costos", adelantó el experto quien no descarta el aporte de privados.

El propósito de la red es centralizar todos los datos de los tres recursos de todo el país en una base de datos abierta. “Estamos en los preliminares, si esto tiene continuidad vamos a tener una herramienta muy interesante de consulta inmediata”, subrayó.

Partículas suspendidas comprometen el aire de Mendoza

Además de mediciones de niveles de ruido, la Dirección de Protección Ambiental (DPA) lleva adelante estudios de contaminantes presentes en el aire. Allí cuentan con una estación automática móvil que permite mediciones detalladas en tiempo real y cuatro puntos de medición con estaciones fijas manuales.

“En estas últimas el contaminante que queremos detectar se absorbe en una muestra líquida durante 24 horas y necesitamos hacer la determinación en un laboratorio”, detalló el ingeniero Andrés Bullaude de esa dirección.

Estas mediciones si bien no son sistemáticas le permiten a los expertos sacar conclusiones. “El contaminante que debería estar sujeto a atención en el microcentro de Mendoza es el material particulado que es el que normalmente sobresale de lo que establece la norma”, explicó el experto quien aclaró que los otros dos que se miden con la estaciones manuales son el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno. “Estos últimos dos suelen estar alejados del límite que establece la norma”, remarcó.

Bullaude explicó que el origen del material particulado en el ambiente mendocino tiene una base natural, ya que se trata de una provincia árida, y que se le agrega en el microcentro la contribución de la combustión de los motores diesel en mayor medida. “Cuando un vehículo larga una bocanada de humo emite además de gases mucho de hollín que conforma el material particulado”.

Para disminuir la presencia de este material sugirió mejorar la calidad de combustión de los automóviles y colectivos. “Se debería tratar de que no confluyan todos los micros en la misma esquina o convertirlos a híbridos o transporte eléctrico”, señaló. Por otra parte, subrayó que si se mejora el transporte público, más personas van a elegir este sistema para llegar al centro diariamente, en lugar del automóvil particular.

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