García Santos: la librería que nunca cerró sus puertas

Abrió en 1939 de la mano de su fundador, Eugenio García Santos.

García Santos: la librería que nunca cerró sus puertas
García Santos: la librería que nunca cerró sus puertas

García Santos es sinónimo de literatura en Mendoza. La librería de calle San Martín 921 nació hace 78 años y desde entonces cientos de mendocinos circularon por sus pasillos y mesones repletos de libros.

De aquellos inicios comandados por Eugenio García Santos hasta la heredera Pilar García Santos, el templo de los escritores locales, nacionales e internacionales se mantuvo siempre con sus puertas abiertas, invitando a quien pasa a comprar un ejemplar  o simplemente charlar con su dueña de letras perdidas.

El local no siempre estuvo ubicado en la misma dirección.  En un comienzo, cuando el nombre del emprendimiento familiar era "De la Universidad" estuvo en Rivadavia 55. Más tarde se trasladó tres números antes por la misma cuadra y desde hace más de 23 años, con el nombre familiar, funciona en el sitio actual.

Los Andes repasó la historia junto a Pilar García Santos, quien no solo reveló detalles de la historia del negocio sino también de sus devenires económicos: desde las etapas positivas hasta las de supervivencia extrema.

De España a la Argentina

Invitado por el doctor Edmundo Correas, rector fundador de la Universidad Nacional de Cuyo, Eugenio García Santos viajó desde Buenos Aires para abrir, en 1939, su local en la provincia de Mendoza. Español de nacimiento, provenía de una familia de editores y libreros que habían instalado un establecimiento en la capital argentina pero que más tarde tuvieron que cerrar por problemas económicos.

De allí vino el nombre con que se fundó la librería “De la Universidad”.  “Acá en Mendoza había librerías de textos de primaria y secundaria, pero no universitarios”, cuenta Pilar agregando que en los comienzos recibieron a muchos profesores de España exiliados por la guerra civil en aquel país.

Eugenio abrió el local en colaboración con su hijo Antonio, quien continuó con el negocio familiar una vez que el fundador falleció a los 97 años (1982). Antonio fue quien reemplazaría el nombre inicial por el apellido familiar, retornando al nombre que la librería poseía en Buenos Aires.

Las riendas finalmente recayeron en Pilar, en 2010, la actual propietaria del establecimiento, que posee entre 30.000 y 40.000 ejemplares.  Pilar y sus colaboradores sostienen el negocio con el estilo tradicional de los buenos libreros: el diálogo con el comprador, al que orientan si éste no llega con objetivos específicos y un título determinado.

Parte importante de su actividad también es el fomento de autores locales. Es habitual ver en la vitrina del local un espacio especialmente reservado para autores locales. “Se venden mucho algunos. Es según el apoyo o las campañas de marketing que tengan”, aclaró.

Sobrevivientes

García Santos atravesó los avatares políticos, sociales y económicos de las diferentes épocas sin cerrar nunca sus puertas. Y si bien el primer objetivo fue vender libros, que surten alrededor de 80 editoriales, la casa ha sido sede para diversas actividades culturales, cursos y tertulias literarias.

“Trabajamos con más de 80 editoriales. Sucede que hay muchas compradas por grandes grupos que las reúnen. Entre Pinguin Random House y Planeta tienen el 48% de lo que se publica”, contó Pilar contextualizada por un incunable de 1476 que reposa en la estantería con la que se enfrentan los compradores al ingresar a la librería .

Actualmente, en el local trabajan dos personas. Javier, quien lleva 12 años con García Santos, y Álvaro, que lleva 4 años, sobrino de Pilar y quien -según ella espera-  será el encargado de tomar la posta en el futuro.

“Nuestro peor momento fue la crisis de 2001 y el mejor cuando abrimos, probablemente. Además, durante el kirchnerismo tuvimos muchos problemas con las importaciones, que aún siguen, pero se compensó con la producción nacional”, recordó la propietaria de la librería.

Se habla, frecuentemente, del final de la literatura en papel. Pero Pilar asegura que no sucede esto y que, de hecho, la tendencia se está dando vuelta. "En Argentina venimos muy atrasados con la llegada de los libros digitales, la proporción respecto del papel es de 90 a 10 a favor del papel.

En cuanto a Europa y EEUU ahora es 50-50.  Hubo un auge de lo digital allí, pero luego el papel volvió y ahora están parejos", comentó García Santos.

Respecto del valor de los libros, en tanto, dijo que las editoriales suelen sacarlos a precios accesibles y con el tiempo, cuando pasan al fondo editorial, tienen un costo más elevado. “Los sacan a un precio promedio de 400 pesos para posicionarlos y luego suben el precio. En general el precio va de la mano de la inflación, porque depende del valor de la tinta, el papel y lo que es el armado del libro”, señaló Pilar.

Por último, señaló que el impacto de lo audiovisual en los libros los beneficia. “Aunque siempre fue así, ahora hay más películas y si están basadas en libros, gente que habitualmente no lee por lo general viene a buscar la versión en papel, que suele ser mejor. Lo mismo si un libro es exitoso y luego sale la película, hay un refuerzo de libros que se venden muy bien”, terminó Pilar.

Cronología

1939: Eugenio García Santos es invitado por Edmundo Correas a instalar una librería en la ciudad.

1940: se inaugura la Librería de la Universidad.

1950: Antonio García Santos le pone el nombre de la familia al negocio.

2010: muere don Antonio, alma máter del establecimiento.

2010: Pilar García se hace cargo de la conducción de la librería.

2015: 75° aniversario

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