salió hoy a mostrar un equipo fortalecido y expectante para enfrentar a Bosnia y echar por tierra con las afirmaciones sobre una defensa vulnerable que contrasta con el contundente ataque que tiene a Lionel Messi como su llave maestra.
"No hay una defensa floja, ni un ataque flojo. Somos once y salimos a ganar", enfatizó el zaguero rosarino, de inicios en Newell's y que tras dos años en Primera, en 2006 se marchó a España para llegar hasta el Real Madrid y por estos días disfrutar de tres títulos con el Benfica de Portugal.
fue uno de los futbolistas designados para comenzar con las conferencias de prensa tras el entrenamiento matutino en Cidade Do Galo.
Por lo pronto, muestra la cara buena de lo que se viene. Se sabía que no peleaba un lugar entre los 23 definitivos porque la zaga ya tenía su nombre propio y el de su compañero Federico Fernández. "Este es mi primer Mundial, es un sueño cumplido y voy a disfrutar desde el principio hasta el final", auguró el defensor y llevó tranquilidad en cuanto a su estado físico tras su convalecencia por un traumatismo que lo tuvo a maltraer en las últimas dos semanas.
"La lesión ya pasó, quedó atrás y físicamente me encuentro muy bien. Yo confiaba en poder llegar bien con la ayuda de los médicos", afirmó.
Al grupo ni se le ocurre hablar de rivales fáciles, pese a que el Grupo F que encabeza Argentina aparece como uno de los más accesibles de la primera fase de la Copa.
"Este grupo aspira a ir partido a partido y no va a ser fácil ningún rival", afirmó.
uno de los pocos que tienen altura, junto a Fernández en el juego aéreo al que seguramente apostará el conjunto bosnio.
"Ellos tienen jugadores de mucha envergadura y habrá que estar concentrado en las marcas, pero miedo no le tenemos", cerró.