Germán Garavano, ministro de Justicia de la Nación, participó ayer en Mendoza de una jornada de innovación en la justicia y se refirió al escándalo de corrupción que se conoció ayer a partir de la detención de ex funcionarios kirchneristas y empresarios en la causa que investiga el juez Claudio Bonadío.
"No importa quién cae, lo importante es que se haga justicia", comentó el ministro en la provincia, quien valoró este "proceso" judicial que se está desarrollando durante el gobierno de Mauricio Macri.
“Si bien la Justicia ha sido lenta, por primera vez hay un proceso que nunca se vivió en Argentina y que se está haciendo gracias al compromiso institucional que tiene el gobierno con la independencia judicial”.
Respecto a la cantidad de empresarios y funcionarios sospechados de participar en hechos de corrupción, Garavano aclaró que "no hay ningún tipo de especulación política del Gobierno" y aseguró que la gestión que conduce Cambiemos "se ha comportado con la mayor predisposición para que la Justicia actúe como debe actuar, tanto con funcionarios propios como de otra gestión porque todos somos iguales ante la ley".
No obstante, acusó al kirchnerismo de evitar que las investigaciones judiciales se produjeran durante su propia gestión. "Lamentamos que esto no hubiese sucedido antes, pero tenemos la esperanza de que con estos cambios los procesos avancen y tengan resultados".
En tanto, indicó que es “central” que se llegue a la instancia de juicio oral (como en la causa Ciccone o en la tragedia de Once) para que se defina si una persona es inocente o culpable. “Hay que dejar atrás esta sensación de anomia, donde parece que la ley no se cumple y que la Justicia no hace nada”, acotó.
"Nosotros garantizamos independencia y transparencia. Sabemos que el Poder Judicial tiene dificultades de códigos y recursos, pero tiene libertad e independencia absoluta para conducirse de acuerdo a lo que marca la ley y los procesos", finalizó.
