El próximo domingo 19 los porteños votarán por tercera vez en menos de tres meses para decidir finalmente quién será el jefe de gobierno de la ciudad entre el macrista Horacio Rodríguez Larreta y el opositor Martín Lousteau.
La definición será por balotaje porque en la elección de ayer el candidato y jefe de Gabinete del precandidato presidencial Mauricio Macri quedó por debajo del 50% más un voto que le habrían permitido consagrarse jefe de Gobierno en primera vuelta.
Contabilizado 92% de los votos en un recuento oficial caracterizado por la rapidez (se la atribuyó al uso, por primera vez, de la boleta única electrónica), Rodríguez Larreta obtenía 45,6% de los sufragios, seguido de Lousteau (Energía Ciudadana Organizada, ECO) con 25,6 y del camporista Mariano Recalde (Frente para la Victoria) con 21,7%.
Detrás y lejos se ubicaron los otros dos candidatos, ambos de izquierda: Luis Zamora (Autodetermianción y Libertad) con 4% y Miriam Bregman (Frente de Izquierda y de los Trabajadores) con 3,1%.
Pese a haber sido el ganador, Rodríguez Larreta perdió en términos relativos con relación a los votos obtenidos por el Pro en las PASO del 26 de abril, cuando disputó la candidatura con la ahora compañera de fórmula de Macri para las presidenciales: el partido de Macri obtuvo entonces 47,35%, casi dos puntos más que ayer.
Lousteau y Recalde, por el contrario, mejoraron sus performances: ECO, la alianza que conforman la UCR, Coalición Cívica y socialistas, aumentó en casi tres puntos respecto del 22,27% logrado en la primaria, en tanto el FPV incrementó tres puntos los 21,7 cosechados en la interna entre siete precandidatos kirchneristas.
Recalde fue el primero en reconocer anoche su tercer lugar, pese a los esfuerzos por superar a Lousteau e ir al balotaje, que incluyeron un fuerte protagonismo de la presidenta Cristina Fernández junto al candidato.
Casi en simultáneo, desde su búnker en Costa Salguero, el macrismo celebró el triunfo previsible aunque escaso. Rodríguez Larreta dijo que el Pro hizo una "gran elección". Su jefe político, a su vez, buscó en tanto precandidato presidencial nacionalizar el resultado: “Este mensaje de cambio crece en todo el país”. También hizo una defensa de su candidato para que el macrismo prolongue por otros cuatro años los ocho que lleva en el gobierno porteño.
En tanto, el destino que pueda tener el casi 22% de los votos obtenidos por el kirchnerismo serán decisivos en el resultado del balotaje. "Paciencia", pidió anoche Recalde, quien dijo que hoy comenzará a analizarse la posición a adoptar.
Mirando a octubre
Al grito de "se siente, se siente, Mauricio presidente", Macri apareció en el búnker del Pro. El 9 de agosto competirá en las PASO presindeciales y hacia allí apuntarán todos sus esfuerzos.
Papelitos tirados por cañones, globos, música estridente. “Ahora más que nunca” se leía en la pantalla gigante del escenario. La dirigencia nacional del Pro subió al escenario para recibir a Macri, de camisa fuera de sus jeans, dispuesta a sumarse a la fiesta.
Patricia Bullrich, Rodríguez Larreta, Federico Pinedo, Diego Santilli (electo vice jefe porteño), la candidata a gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, el ruralista entrerriano Alfredo De Angeli, aplaudieron y saltaron al compás de la música. Gabriela Michetti, compañera de fórmula presidencial, se acercó posteriormente.
“Horacio es la persona indicada para continuar”, dijo Macri. “En los corazones de muchos argentinos crece el sentimiento de que el cambio es posible; es mucho más profundo que un cambio de modelo económico como dice el gobierno; tiene que ver con un cambio más profundo, donde ganar una elección no te hace dueño del estado; que gobernar es escuchar, llevar adelante iniciativas concretas para que la gente viva mejor”, dijo Macri, hablando como candidato presidencial más que como jefe de gobierno porteño.
“El gobierno quiere instalar que ya ganaron, pero falta el voto; quieren instalar la resignación que ya ganaron, quieren sembrar el miedo de que queremos volver al pasado. Ellos son el pasado. Queremos un gobierno con justicia independiente”.
“Vamos al lograr la Argentina que soñamos si cada uno de nosotros desarrolla todas sus potencialidades y no un liderazgo mesiánico”, agregó en clara referencia a Cristina Fernández de Kirchner.