James Allen Hayes, un hombre que a fines de los 90 ganó 20 millones de dólares en la lotería, se declaró culpable de cuatro cargos de robo a bancos en el sur de California, Estado Unidos.
Según informaron fuentes judiciales, el hombre de 55 años ingresaba a las instituciones bancarias con un sombrero o una gorra y gafas oscuras, se dirigía a algunas de las cajas y allí entregaba una nota en la que exigía dinero y advertía que tenía un arma.
Durante el proceso de investigación y para sorpresa de muchos, se descubrió que en enero de 1998, cuando trabajaba como guardia de seguridad en un cementerio, el hombre ganó un importante premio en la lotería. El mismo ascendía a los 20 millones de dólares.
Luego de dividir el premio con su ex esposa y los impuestos, Hayes se quedó con la poco despreciable suma de 6 millones de dólares.
Todo parecía indicar un nuevo comienzo para el afortunado hombre, sin embargo no fue así. Hayes era adicto a la heroína y llegó a gastar hasta 1.000 dólares diarios en la droga.
Cuando fue rastreado y arrestado por el FBI en octubre del año pasado, las autoridades dijeron que el acusado estaba viviendo en un garaje abandonado.