En San Juan salió victorioso el Tomba. Por mucho tiempos los hinchas recordarán el triunfazo del equipo frente a San Martín. Por muchos motivos será inolvidable lo que hicieron los jugadores en el Hilario Sánchez.
Sí. Pero hay un tipo que también ganó su partido, el más difícil en el momento más crítico de su etapa. Y que se llevó más que tres puntos a casa: Gabriel Heinze.
El Gringo fue el gran ganador del derby, el hombre que mejor salió parado tras el éxito en tierra sanjuanina.
El Expreso tiene mucho por festejar y su conductor cuenta ahora con más aire para imponer con profundidad y tiempo su filosofía de juego.
Todos en la Bodega hablan maravillas del trabajo que viene realizando el entrerriano desde que asumió en el cargo. Los jugadores lo “bancan” al máximo y no se ponen colorados a la hora de defender su gestión.
Está claro que existe una unión inquebrantable entre cuerpo técnico y profesionales, y el mayor mérito del adiestrador es conseguir que sus muchachos se pongan la camiseta hasta el final para plasmar su estilo. Algo hay que estos futbolistas se identifican con el pensamiento y la propuesta del ex Newell's.
El Bodeguero necesitaba un triunfo para encontrar tranquilidad y afianzar una idea futbolística. Lo consiguió nada más y nada menos que en el clásico, con todo lo que eso significa y puede generar para lo que resta de la temporada.
También es un enorme espaldarazo para Heinze, de cara al futuro y pensando en la resistencia que tiene de los hinchas.
Ya tiene la puerta de ingreso abierta al campo de juego -puede sentarse en el banco pero no salir de él para dar indicaciones- como ayudante, algo que le brindará otro enfoque porque sentirá de cerca a los jugadores en el propio terreno cerca de la línea de cal.Un triunfo propio por el que luchó desde un principio.
Tal vez ahora se hablará más del fútbol puro que de lo que ocurre con su título.
No hay dudas de que lo logrado el pasado sábado le brindará mayor margen en búsqueda de lo ideal como conductor.
Ya sentado entre los jugadores de relevos, el DT entendió que debía cambiar e hizo una perfecta lectura del juego cuando las cosas no estaban derechas y al conjunto mendocino le costaba hacer pie frente al Verdinegro.
Un técnico debe tomar decisiones importantes y el Gringo hizo lo correcto para modificar completamente el trámite del encuentro en Pueblo Viejo. No le tembló el pulso y metió mano en un tramo clave del partido. No falló y todo se revirtió.
Por todo esto... ganó Heinze. Dentro y fuera de la cancha.