El torneo semestral ya se cobró su primera víctima y recién van dos fechas: Lucas Bernardi. Luego de perder en el clásico contra Rosario Central, el entrenador decidió dar un paso al costado al que había llegado en junio del 2015 para remplazar a otro que se había ido por malos resultados: el "Tolo" Gallego.
Bernardi, en los ocho meses que estuvo el frente de la Lepra, sufrió dos caídas en los derby's y sumó un empate. En total, fueron 18 cotejos al mando en su primera experiencia como entrenador en los que acumuló cinco derrotas, misma cantidad de empates y ocho derrotas.
“Agradezco estos ocho meses de convivencia. No tengo más qué decir”, fueron las escuetas palabras del entrenador para anunciar el cese de su contrato con la entidad que lo vio nacer como futbolista y retirarse. Su renuncia quedará marcada en la historia: lo hizo en el Gigante de Arroyito.
En el clásico del año pasado, Bernardi había tenido un picante cruce con los fanáticos de Central. Mientras lo insultaban, se dio vuelta y les hizo señas de una vuelta olímpica.
Aunque lo llamativo en toda esta historia de su salida se dio en las redes sociales. Maximiliano Rodríguez, en su cuenta oficial de Twitter, replicó un mensaje de un fanático que le respondía a un periodista que había señalado que había un ciclo terminado en Newell's. “Hace mucho que se terminó.... y seguimos rifando puntos que vamos a lamentar” fueron las palabras del hincha que aparecieron en el muro de Maxi.
¿El nombre que suena para reemplazarlo? Nada más y nada menos que el bielsista Jorge Sampaoli, recientemente desvinculado de la selección de Chile y en la mira del Chelsea.
Coudet, exultante
En contrapartida, Eduardo Coudet protagonizó su tercer clásico ante Newell's como entrenador y otra vez terminó saliendo bien parado: su equipo lo venció 2-0 en el Gigante de Arroyito, con un enorme nivel.
Es el segundo triunfo en el derby como DT y, eufórico, desató toda su verborragia. Ninguneó lo hecho por el rival y hasta volvió a mandarle un saludo a su amigo Antonio, tal como lo realizó en algunas ocasiones del pasado torneo.
Con una enorme sonrisa, cuando le remarcaron su favorable historial contra la Lepra, soltó: “La gente está invicta...”. Además, contó: “Se festeja con ellos. Siempre digo, los jugadores son los responsables de esto. Laburan como animales. Lo merecemos porque intentamos y las cosas salen. No podemos prometer resultados, sí mucho laburo”.
Y se marchó a los gritos, mandándole saludos a su amigo Antonio, un amigo que vive en México (el certamen pasado lo hizo en varias oportunidades, guardando misteriosamente la identidad del mismo, hasta que finalmente develó que se trataba de Mohamed).