Independiente necesitaba encontrarse con un triunfo de local para comenzar a asfaltar un camino que venía muy castigado desde la temporada pasada.
Por eso el triunfo 3 a 2 ante Estudiantes de San Luis sirve para que el plantel de Daniel Garnero siga fortaleciendo lo bueno que mostró en Jujuy, más allá de la derrota.
Pero, como en todo arranque de temporada, hay cosas para mejorar y esos errores fueron los que hicieron sufrir a todos los hinchas, ya que a la Lepra le empataron el partido en dos ocasiones, algo que no puede volver a ocurrir.
En el arranque del partido, Independiente manejó la pelota y cuando se decidió a atacar a los puntanos encontró por el lado de Peinado el lugar para llegarle a Estudiantes.
Tenía la pelota y era protagonista, por eso no sufría ante un Estudiantes que no se animó a atacarlo.
Los desbordes por la derecha de Gautier y Cardozo eran frecuentes, pero esos centros pocas veces encontraban un receptor, no porque Minich no fuera un referente de área, sino que el ex delantero de Huracán hizo todo el trabajo sucio fuera del área.
Faltaba conexión para conseguir el gol que abriera el partido, hasta que llegó el centro de Cardozo y el gol de Micheli. Después del tanto Independiente no se replegó, algo que hacía mucho en el torneo pasado. Mantuvo el protagonismo y se fue al descanso con esa ventaja.
En la segunda parte la primera muestra de desconcentración llegó a los 40 segundos y comenzó a desnudar las falencias defensivas que mantuvo en todo el segundo tiempo.
Tras el empate de Núñez, Independiente tuvo que volver a remar, pero manteniendo el mismo libreto: la pelota tenía que pasar por Dolci, quien organizaba los ataques y administraba el balón, sobre todo por las bandas y con Diego Cardozo como principal actor.
Pero para no agotar el recurso comenzaron a utilizar pelotazos frontales y así llegó un gran pase de Dolci para que Cardozo vuelva a poner arriba a la Lepra, con una gran diagonal.
Tras ese gol, la defensa azul volvió a dormirse una siesta y Viturro puso el empate, tras una gran jugada del “Ogro” Núñez. Así la visita conseguía una igualdad que parecía definitiva. Pero Garnero acertó en los cambios, ya que José Méndez y Mauro Cerutti le dieron frescura y vértigo por las bandas. Y con éste último como actor principal llegó la jugada del penal que de Gautier cambió por gol.
Con la ventaja, Independiente se cuidó al extremo para no sufrir como en el inicio del segundo y el equipo estuvo concentrado, sobre todo en defensa y aprovechó los espacios que Estudiantes le dejaba para ir a buscar el empate.
Enfrente tenía un equipo que sólo generó peligro cuando se juntaron Viturro y Núñez, mientras que el resto fue bastante flojo.
Ahora habrá que recuperar soldados y aprovechar el envión anímico para tratar de traerse algo de san Francisco.