“En la escuela queríamos hacer un proyecto sobre la historia de nuestro pueblo, pero descubrimos que se había escrito casi nada”, recuerda Brenda Moreno (14) y dice que así fue como nació, desde su escuela, la idea de salir a buscar datos y anécdotas entre los vecinos, para poder contar la historia de La Dormida.
Eso ocurrió en 2013, cuando Brenda iba al 7mo grado de la escuela santarrosina Ventura Segura y ella junto a su curso se dividieron tareas para visitar, durante muchas tardes, a la gente mayor del pueblo, la que podía contar hasta donde ellos recordaran, cómo fueron los orígenes de La Dormida.
“Me lo contaron mis abuelos” es entonces el nombre de aquel proyecto con el que los chicos la Ventura Segura, se presentaron a la feria de ciencias municipal de 2013. El trabajo no sólo ganó esa instancia departamental, sino que también se impuso en la provincial y, finalmente, se quedó en Entre Ríos con el primer lugar de la feria nacional, en la categoría de Ciencias Sociales.
“Ha sido una tarea muy compleja y de mucho compromiso por parte de un grupo de alumnos que, la mayor parte de las veces, hacía ese trabajo fuera del horario de la escuela”, contó María Rosa Villegas, directora de la Ventura Segura.
Cuando los chicos volvieron a Santa Rosa con el primer premio nacional, la comuna les prometió editar aquel trabajo en forma de libro, con la idea de tener una herramienta que sirviera también para el trabajo en las escuelas del distrito.
“Fue en ese momento que la DGE contrató el trabajo de un historiador, que usó como base el proyecto de los alumnos para aportar sus propios conocimientos y toda una serie de información que completa, desde sus orígenes con los pueblos aborígenes, la historia de La Dormida”, agregó la directora.
Gustavo Capone es el historiador y coautor junto a los alumnos, de la obra: “El trabajo de los chicos ha sido el guion de todo el libro y lo que yo hice fui incorporar datos e información que muchas veces está desparramada, olvidada o que prácticamente no se conoce y que tiene que ver con los orígenes de este pueblo”, explicó Capone, cuyo aporte dio al libro el toque de rigor académico que una obra de historia precisa.
“Hablamos con mucha gente: me acuerdo que una tarde pasamos con un minibús a buscar a algunos abuelos y nos fuimos a recorrer las calles de La Dormida”, recordó Pablo Calabrés (14): “Íbamos por el pueblo y ellos decían: acá había tal cosa y acá tal otra; en esta esquina nació tal club y en esta otra estaba aquel negocio”.
Así es como aquel grupo de chicos recopiló, durante meses, historias y fotos, de los clubes locales, de la llegada del tren, de las costumbres que se mantienen y también las olvidadas; de la primera vez que hubo luz eléctrica, de la vieja ruta 7 que cruzaba La Dormida y de los primeros inmigrantes, entre los que estuvo don Mahmud Brahim, un sirio que hoy tiene 91 años, que vive en La Dormida desde hace más de 80 y que es dueño del almacén “El Turco”, el negocio más antiguo del lugar: “La Dormida me dio todo lo que tengo y todo lo que soy”, dijo Brahim a los chicos cuando fueron a entrevistarlo hace un par de años.
Ayer y en un acto en el club La Dormida, el municipio de Santa Rosa y la DGE presentaron el libro “Me lo contaron mis abuelos”. La directora general de Escuelas, María Inés Abrile de Vollmer, destacó el trabajo: “Este compromiso que han mostrado los alumnos es la mejor manera de aprender porque deja cosas que no se olvidan”.
En el club estuvieron los vecinos de La Dormida, muchos de los entrevistados y también los autores: Gustavo Capone y los alumnos, que ya no van a 7mo grado sino al 2do año de la secundaria. “Estamos contentos por el libro que escribimos entre todos y lo más lindo es que ahora sabemos de dónde venimos”, resumió Brenda junto al resto de los chicos.
