El kirchnerismo logró ayer, por segunda semana consecutiva, boicotear la sesión especial que toda la oposición solicitó para tratar los diferentes proyectos de ley que buscan modificar el impuesto a las Ganancias, tanto para elevar el mínimo no imponible de la cuarta categoría como para hacer cambios de fondo que permitan introducir nuevas deducciones.
Toda la centroizquierda había solicitado una sesión especial para ayer a las 10.30 por lo cual el Frente para la Victoria, que controla la Cámara Baja sin problemas, pidió otra sesión especial para las 10 para darle prioridad a tres proyectos que eran de su interés: le dio media sanción a las exenciones impositivas para el biodiesel, transfirió del ámbito de la ciudad de Buenos Aires a la Nación la ex Esma y otros cinco centros clandestinos de represión y cambió los nombres de las centrales nucleares Atucha I y II por los de Juan Perón y Néstor Kirchner (récord de abstenciones de la oposición lograron estas dos iniciativas).
Una vez que finalizó esta sesión especial, a las 20, el titular del cuerpo, Julián Domínguez, ordenó a los oficialistas: "rajen". Así, la oposición se quedó con 77 legisladores, muy lejos del quórum de 129.
"Esta travesura denota debilidad del oficialismo. Es inmoral resolver los problemas fiscales del Gobierno con el sueldo y las jubilaciones de los trabajadores", le dijo el radical Mario Negri, quien le advirtió que todos los miércoles la oposición persistirá con su estrategia de tratar Ganancias.
Sergio Massa, líder del Frente Renovador, le mojó la oreja al kirchnerismo recordándole que luego de la paliza de las PASO de 2013 la Presidenta accedió a cambiar el esquema de Ganancias. "Se castiga a las pymes y a los trabajadores pero se niegan a gravar a la timba", criticó Massa. El PRO y el FIT, dos bancadas ideológicamente antagónicas, repararon en lo mismo: que en la sesión especial pedida por los K se dispuso 2.000 millones de pesos para subsidiar la producción de biodiesel, que es la mitad de lo que significaría subir el mínimo no imponible de Ganancias.
Sin embargo, el oficialismo tiene decidido resistir el operativo de desgaste legislativo planeado por la oposición y esperan que la Presidenta tome una decisión "más adelante", aunque nadie sabe cuándo. Domínguez, que habló para defender la imposición del nombre de Kirchner a Atucha II, le enrostró a los opositores querer "desfinanciar al Estado" y subrayó que debe ser el Ejecutivo quien tome la decisión y no el Congreso.