El Gobierno quiere ponerle punto final a la novela Ganancias esta semana, sí o sí. Hoy a las 11 de la mañana, en la Casa Rosada, gobernadores y funcionarios se sacarán una foto para bendecir del proyecto acordado con la CGT y los líderes parlamentarios. Y por la tarde, en el Congreso, autoridades de ambas cámaras y de los bloques anunciarán los detalles de la iniciativa.
El objetivo es discutir la reforma de este impuesto en la sesión del Senado de mañana y convertirla en ley en el recinto de Diputados el jueves.
Con la promulgación del presidente Mauricio Macri, la norma entrará en vigor el 1 de enero.
La cena del domingo en la casa del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, en Tigre, donde comieron sushi funcionarios del Gabinete y legisladores de Cambiemos (ver aparte), y el encuentro de ayer entre ministros y la cúpula de la CGT, fueron clave para definir los lineamientos generales del nuevo texto y determinar los plazos de la sanción en el Congreso.
A las 17, en el Salón Azul del Senado, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, anunciará el acuerdo rodeado por los líderes del Congreso. “Todo se hizo conforme a lo que veníamos pidiendo: que la base del proyecto debía tener en cuenta los planteos de los representantes de los trabajadores (la CGT)”, dijo a Los Andes el senador Juan Manuel Abal Medina (PJ-Frente para la Victoria), presidente de la comisión de
Presupuesto y Hacienda, que hoy mismo emitirá dictámenes sobre la nueva iniciativa.
“Dimos un muy buen primer paso pero la Argentina tiene que recorrer un camino hacia una reforma impositiva integral”, dijo Massa por la tarde, en el Congreso, donde confirmó que su bloque apoyará el nuevo proyecto en la sesión del jueves.
El kirchnerismo duda
El único bloque de importancia numérica de Diputados que aún no había tomado posición sobre el acuerdo era el Frente para la Victoria-PJ.
La bancada que conduce Héctor Recalde e integran 70 diputados se debatía entre sumarse o defender el proyecto que habían impulsado con Massa y Diego Bossio, que obtuvo media sanción y que el Senado, a instancias de Pichetto, frenó la semana pasada.