El Gobierno nacional recibirá hoy al triunvirato de la CGT, en lo que marcará el inicio de una rueda de negociaciones por la reforma del impuesto a las Ganancias y el lunes, trascendió, recibirá a los jefes parlamentarios de todos los bloques.
Aunque aún no se confirmó el día de la reunión que el Poder Ejecutivo mantendrá con las provincias, la tercera pata de la mesa de diálogo construida por el Gobierno, ayer, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, anunciaron la decisión de convocar al diálogo para encontrar una salida a la empantanada reforma de Ganancias. “Somos optimistas y creemos que vamos a llegar a un punto de acuerdo”, vaticinó Peña.
Informalmente, según publicó el diario Clarín, ese diálogo lo inició ayer mismo el presidente, Mauricio Macri, que recibió al ex jefe de la CGT y aún poderoso líder de los Camioneros, Hugo Moyano, en la residencia de Olivos.
El llamado al diálogo del Gobierno, explicitado en la conferencia de prensa ocurrida en la Casa Rosada, se dio en paralelo con una movida fuerte ocurrida en el Senado: el Frente para la Victoria, la fuerza política mayoritaria en la Cámara alta, avisó que el miércoles próximo tratará Ganancias y, hasta el momento, el único dictamen a disposición es el aprobado en Diputados, la iniciativa que despertó resistencia en el Poder Ejecutivo y en varias provincias.
“Lo que decimos desde el peronismo y otros bloques, es que hay un tiempo que consideramos fundamental y que sería el miércoles”, afirmó Miguel Ángel Pichetto, jefe de los senadores del FpV.
El Gobierno nacional, en negociaciones contrarreloj, logró evitar que el Senado votara anteayer el dictamen sobre Ganancias que había logrado unir al kirchnerismo y al massismo y otros bloques opositores en Diputados. Conversaciones reservadas y públicas entre funcionarios, gobernadores y legisladores, coincidieron en avanzar en la conformación de una mesa de diálogo. Ayer, el Gobierno, en cierto modo, sorprendió al convocar al diálogo pero en mesas separadas.
“Antes del miércoles tiene que haber un instrumento en la mesa, un consenso entre los sectores del trabajo y las provincias que permita que este Senado pueda tratar una solución”, anticipó Pichetto.
El gobernador de San Juan, Sergio Uñac, uno de los diez mandatarios que anteayer, en reunión con Frigerio, se manifestó por corregir el proyecto sancionado en Diputados, apoyó la convocatoria gubernamental al diálogo. “Hoy la pelota la tiene el Gobierno nacional que debe generar una gran convocatoria con todos los sectores para que demostremos que los dirigentes ponemos el bien general por sobre los intereses sectoriales”.
Su par riojano, Luis Beder Herrera, dijo algo parecido, también recurriendo a metáforas futboleras: “Me parece bien que hayan parado la pelota”. También pidió más tiempo para discutir la reforma del impuesto.
“El Presidente nos planteó en reuniones esta mañana (por ayer) convocar a los distintos sectores involucrados en esta discusión sobre el impuesto a las Ganancias, a buscar un acuerdo y una solución en el marco de la responsabilidad y seriedad que siempre hemos afirmado que tenía que tener esta discusión”, dijo Peña.
“Queremos ofrecer mesas de trabajo que realmente puedan encontrar una solución a este problema; queremos llegar a un acuerdo dentro de la responsabilidad institucional que todos tenemos”, agregó ayer Frigerio.
Según la AFIP, el costo fiscal del proyecto votado en diputados asciende a los 130 mil millones de pesos. Para la oposición, la cifra es sensiblemente menor.
Se supo que el Gobierno ya instruyó a sus negociadores más hábiles (Emilio Monzó en Diputados y Federico Pinedo en el Senado) a tender puentes con los bloques opositores. Pero esos puentes deben ser despejados de piquetes colocados por el oficialismo. Ayer, Peña empezó con esa tarea: calificó a Sergio Massa de “importante líder de la oposición”, cuando hace una semana lo había señalado como “la persona menos confiable del sistema político argentino”.
Las negociaciones implicarán hacer cambios al proyecto votado en Diputados. Según esta hipótesis, las modificaciones consensuadas en el Senado deberán ser luego refrendadas en la Cámara baja, en una votación ya definitiva del proyecto que podría ocurrir la última semana del año. Antes del miércoles próximo, el tope impuesto por los senadores peronistas, debe haber alguna definición.
Senadores K no votaron la emergencia
El Senado dio ayer sanción definitiva al proyecto de ley que establece la emergencia social en todo el territorio nacional hasta diciembre de 2019, surgido de un acuerdo entre el Gobierno nacional y las organizaciones sociales luego de negociaciones de meses entre ambos actores políticos.
El proyecto fue aprobado en una sola votación en general y en particular por unanimidad con 49 votos de los senadores presentes en el recinto durante el debate. La sesión tuvo la particularidad de que los legisladores kirchneristas (entre ellos la mendocina Anabel Fernández Sagasti, María Ester Labado, Virginia García, María de los Ángeles Sacnún, María Pilatti Vergara, Ana Almirón y Marcelo Fuentes) se ausentaron del debate en desacuerdo con la postura adoptada por la conducción de su bloque sobre el proyecto de Ganancias.