El Senado estará en condiciones de aprobar hoy el proyecto de reforma Ganancias, después de una ronda de negociaciones que incluyó encuentros bilaterales del Gobierno con la CGT, con los gobernadores, y con representantes de ambas Cámaras y de distintos bloques.
Los cónclaves concluyeron en acuerdos para reformar el proyecto votado en la Cámara de Diputados.
Aquel proyecto fue promovido por un acuerdo entre el Frente Renovador, el Frente para la Victoria y otros bloques peronistas. A juzgar por lo ocurrido en la secuencia de reuniones de estos días, el oficialismo consiguió romper el temporal abroquelamiento peronista.
Por de pronto, anoche el Senado aprobó en comisión el dictamen que hoy tratará. Si el proyecto ahora retocado consigue el voto positivo, deberá volver a Diputados para obtener la sanción definitiva. Esto podría ocurrir mañana mismo.
El jefe de Gabinete Marcos Peña, su vice Mario Quintana y el ministro del Interior Rogelio Frigerio aparecieron ayer por la tarde en el Senado y en una reunión a puertas cerradas se reunieron con los referentes legislativos de ambas Cámaras. La cita incluyó a opositores duros como Héctor Recalde, jefe del bloque de diputados del FpV, y a Néstor Pitrola, diputado del Partido Obrero.
En la reunión de ayer con diputados y senadores, los funcionarios explicaron los cambios hechos al proyecto que en la Cámara Baja había expuesto Axel Kicillof.
Del costo fiscal del proyecto original del oficialismo, unos 27 mil millones de pesos, se trepó a unos 34 mil millones, cifra muy alejada de los 90 mi millones que suponía el proyecto aprobado en diputados. Se acordó gravar el juego y ciertas actividades financieras, pero no volver a poner impuesto a la actividad minera.