A pesar de que los sueldos de muchos trabajadores se verán beneficiados con las modificaciones de ganancias, economistas y Cámaras empresarias del comercio, aseguran que ese dinero "extra" no tendrá un impacto muy grande en el consumo en el largo plazo.
Recordemos que aquellos asalariados solteros que tienen un sueldo de bolsillo de hasta $ 18.880 y de $ 25.000 para una familia tipo, que venían sufriendo retenciones por el impuesto a las Ganancias, dejarán de percibirlo. Además, se les devolverá lo retenido en los primeros meses del año.
De este modo, es que se encontrarán con un ingreso más abultado en marzo, que para algunos especialistas consultados se volcará al consumo en ese mes y tal vez el siguiente pero luego se verá atenuado por las subas de servicios y productos que impactarán en su economía familiar.
Según datos aportados por Rodrigo González, economista de la Fundación Ideal, el costo fiscal, lo que el ente dejará de percibir en concepto de Ganancias y según lo expresó el titular de la AFIP Alberto Abad, es de 49 mil millones de pesos en concepto de Ganancias.
De ese monto, Mendoza, históricamente ha aportado en concepto de ese tributo el 3% que, a estadísticas de 2015, se trata de alrededor de 37 mil trabajadores de la provincia. Bajo esos números, es que se puede deducir, con respecto a la transferencia de recursos, que los trabajadores mendocinos en conjunto dejarán de pagar cerca de 110 millones de pesos, por lo que ese dinero podría llegar a volcarse al consumo.
Ante esto, González dijo que el impacto neto de Ganancias en el comercio será positivo, pero estático, sobre todo en marzo. Luego, “dependerá de cómo continúen las paritarias, ya que esto que mencionó el titular de la AFIP, se marcó sobre la base que los incrementos salariales este año estén en el 25%. Si llega a ser mayor, esos 110 millones de pesos podrían ser menos”, aclaró González.
Agregó que “tendrá mucho que ver, además, con cómo juega la inflación en este contexto”. Esto, teniendo en cuenta que se trata de un universo pequeño (37 mil) sobre una base mayor de trabajadores, privados y estatales, cercanos a 500 mil, que no percibirán incrementos por ítem Ganancias”.
Otro fenómeno que explicó José Vargas, economista director de Evaluecon, por el cual el comercio no tendrá grandes repercusiones de largo plazo, es que aquellos sujetos que hasta 2013 no sufrían retenciones, a partir de ahora empezarán a tributar el impuesto, luego de que la administración de Mauricio Macri derogara el decreto 1.242 (ver aparte). Empezarán a pagar todos aquellos excluidos que ganaban menos de $ 15.000 hasta agosto de 2013. Frente a esto, algunos dejarán de pagar el gravamen, mientras que otras 220 mil personas ahora deberán hacerlo.
Sebastián Laza estimó, además, que el impacto no será tal cuando cierren paritarias y aumenten los sueldos. “Con ese incremento muchos empleados quedarán en una situación parecida a la del año pasado porque no se modificaron las escalas”.
Bajo estas declaraciones, es que el economista, al igual que Vargas, estimó que hasta que no cambien las alícuotas, el mayor ingreso se irá diluyendo con los incrementos de precios de las naftas, alquileres, de la canasta básica, de la luz, entre otras cosas. Por lo que creen que “recién en 2017 el comercio puede llegar a ver grandes cambios en el consumo”.
Con respecto a marzo, un mes con un poco más de movimiento, los economistas remarcaron que no sólo Ganancias repercutirá en parte en el consumo sino también lo hará el incremento a los jubilados, planes sociales y entrada en vigencia de algunas paritarias. Sin embargo, aclaró Vargas, después de este mes, seguramente se vea menguar cualquier tipo de consumo. “Éste será un año complicado. No creo que notemos grandes avances. Si el Gobierno nacional no recurre a otras variables, el verdadero efecto neto será nulo”, puntualizó el especialista.
Por su parte, Marcelo Marra, vicepresidente de Cecitys (Cámara Empresaria Comercio, Industria, Turismo y Servicios de la Ciudad de Mendoza) evaluó que la decisión del Gobierno con respecto a elevar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias impactará en el comercio moderadamente.
Además de lo que explayaron los economistas, para este directivo otro problema que se da es que muchas familias están endeudadas, por las vacaciones, con tarjetas, préstamos, entre otras cosas; por lo que ese mayor incremento en su salario pueden trasladarlo a estos gastos.
En este marco, Marra también señaló que si otras políticas no están en concordancia para fortalecer el consumo interno, “difícilmente el comercio vea una evolución en sus ventas”.
Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), se mostró más optimista al destacar que la franja de empleados que dejaron de pagar el impuesto, “es justamente la clase media que ha tenido que relegar muchos consumos por su deterioro salarial. Frente a este esfuerzo realizado por el Gobierno, de relegar recaudación, creo que lo van a ver volcado a una inyección en el comercio”.
A su vez, Trípodi dijo que “esos 19 mil millones de pesos que se inyectarían al consumo, van a estar volcados acorde al patrón de gastos de cada persona o familia. No obstante, creo que los comercios más beneficiados serán los de bienes durables y semi durables así como indumentaria y deporte”.
Sin embargo, a pesar de que observa con buenos ojos esta medida, cree que la evolución de los gastos dependerá también de cómo marchen los precios, ya que estima que si la inflación continúa alzándose de esta manera, los valores de los productos se actualizarán, por lo que el poder de compra con respecto a los salarios de las personas será cada vez menor.
El deterioro de sus ingresos, principalmente luego de que se cierren paritarias, es un punto que también destacó Vargas.