No es el dólar, tampoco la inflación, ni siquiera la baja de ventas; hoy la mayor amenaza que puede llevar a extinguir la producción de chivo en Mendoza está entre las garras y colmillos de pumas y zorros.
Para los productores de chivos sureños y del norte, la presencia de los predadores puede matar literalmente su producción y por ende su fuente de comercialización.
En las tierras de Lavalle, el productor Mario Ortiz, afirmó que está desprotegido para el ataque del puma y los zorros. "Si uno los mata, va preso", afirmó tajante Ortiz.
Hacia el sur, Aquilino Ibarra, productor caprino y presidente de la Unión Vecinal "Volcano Obero" de El Sosneado colocó en números los estragos de los pumas.
“Hemos tenido situaciones donde la hembra puma con sus dos cachorros pueden matar en una noche de 50 a 80 chivos. Es un desastre. Más aún, no podemos hacer nada porque hay una ley que los protege. En los últimos 15 años, de tener unos 50 pumas, hoy debemos superar los 500, tenemos una superpoblación de esos predadores y no podemos exterminarlos porque está prohibido por ley provincial”, señaló Ibarra.
Desde la visión del productor caprino sureño si bien los predadores de chivos y cabras como pumas y zorros constituyen una realidad con la que deben convivir, la preocupación de todo el sector productivo emerge ante el crecimiento desmedido y la consecuente amenaza sobre sus animales.
“Si continuamos así en pocos años la actividad caprina va a desaparecer”, lanzó el productor Ibarra.
Desde la Dirección de Ganadería, el ingeniero zootécnico Pablo Dri afirmó que hace algunos años atrás existía una ley que asistía a los productores caprinos frente al ataque de los predadores.
“Hoy no se aplica. En concreto otorgaba un fondo compensador por siniestros predatorios, pero se dejó de aplicar justamente por su escasa practicidad. Los productores tenían que declarar cada uno de los ataques, al estar en zonas muy alejadas se complicaba todas las denuncias. Es que el certificar los daños tomaba un gran tiempo y cuando los técnicos llegaban ya no estaban los restos, no existían”, apuntó Dri.
Hoy el foco de apoyo por parte del gobierno provincial se apoya en el eje del desarrollo.
“Lo que se busca es promover la rentabilidad a través de fondos nacionales. También se analiza la incorporación de perros pastores, mejorar las infraestructura de los corrales y viviendas de los productores, las aguadas para que las cabras y chivos abreven más cómodamente”, explicó Dri.
Ampliando aún más el radio de acción y la ejecución de políticas hacia los productores caprinos desde la Dirección de Ganadería Oscar Bernard dijo que hay un sinnúmero de proyectos que están ejecutándose y otros que esperan los fondos nacionales para incrementar las condiciones de los productores caprinos en la provincia
“En algunos casos recabamos las necesidades, la queja contra los depredadores siempre está, pero reunirse con los técnicos de Recursos Naturales para controlar la población de pumas y zorras no se pude. Cada parte tiene sus propias razones y de momento son opuestas”, explicó Bernard.
El sector, en números
Desde el Cluster Ganadero de la provincia, Manuel Viera Aramburú, ingeniero agrónomo y coordinador del Proyecto "Observatorio Ganadero" junto a un equipo de expertos están llevando a cabo toda la estadística y evolución del rodeo mendocino. En esa data los chivos y las cabras en la provincia detentan sus propios números.
El año pasado el stock de animales existente en la provincia era de 1.502.866 cabezas, de las cuales un 49% con 763.228 fueron de animales caprinos. En su gran mayoría, las cabras provienen de Malargüe, 72% con 633.973 cabezas y Lavalle con 141.888 animales.
Existen 3.377 productores caprinos y 1507 establecimientos de ganado. Un foco más preciso sobre la categoría de este sector productivo da cuenta que mayoritariamente hay cabras en la provincia con 444.460 representando un 58% del total de los caprinos, los cabritos ocupan el segundo lugar siendo 147.177 en la provincia y finalmente los cabrillos sumaron 86.004 en Mendoza.
"Si continuamos así, en pocos años la actividad caprina va a desaparecer."
"Toda esta información es vital porque nos permite conocer donde está hoy la situación productiva del sector. Este es el paso previo para diseñar las estrategias y políticas adecuadas y necesarias para que los productores puedan crecer", apuntó Aramburu.
A propósito ya están delineadas las bases del "Programa de Desarrollo de la Cadena Caprina (Prodecca) una iniciativa del Gobierno nacional financiada parcialmente con fondos provenientes del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y financiamiento internacional. Mendoza junto a Chaco, Formosa, Neuquén y Santiago del Estero es parte de las beneficiadas.
“Aún no está en ejecución pero ya están delineadas las políticas que vertebrarán al sector. Por lo pronto también estamos planteando foros sectoriales para seguir priorizando las acciones y tener en cuenta todas las necesidades de los productores”, detalló Bernard.
Ciclo productivo
En la Zona Sur, el chivo malargüino crece y se reproduce en mayor cantidad. Esa zona provincial que también comprende San Rafael, General Alvear y San Carlos, el 1 de mayo los productores entregan a la majada el macho para empezar el ciclo de reproducción y el tiempo de gestación de los cabritos.
En 126 días se producen los nacimiento, concentrando el número más grueso en noviembre y diciembre cuando el consumo se concentra en Navidad y Año Nuevo.
En el norte, en la zona de Lavalle, Santa Rosa, La Paz y Las Heras la cópula y reproducción de animales es continua ya que sus consumidores se reparten en restaurantes, algunas bodegas y familias.