Desde mediados de enero el negocio del engorde a corral se ha ido reacomodando de la mano del incremento de los valores de la hacienda, lo que permitió a las empresas recuperar parte de lo perdido desde mayo de 2018. "Recordemos que el atraso viene de mayo del 2017, por lo que esta suba es solo recomposición", advierte la Cámara Argentina de Feedlot, y afirma que frente a esto el engordador debe "plantearse el negocio sin realizar futurología y no validar precios de la invernada sin saber, una vez más, cómo se ordenarán oferta y demanda en el próximo otoño-invierno".
Según el último informe de la entidad, hasta inicios de febrero los corrales tuvieron la ocupación más baja de los últimos 4 años con un 51% de ocupación y un Índice de Reposición de solo 0,83, acumulando siete meses de reposiciones por debajo de los egresos de animales.
"Claramente el consumo continúa siendo la variable determinante a la hora de fijar los precios ya que el crecimiento exponencial mostrado por la exportación obedece y se justifica por el envío de vacas a China y no en el novillo de exportación que mostró un crecimiento pero solo del 7%. Ese es el desafío hacia adelante, crecer en la participación del novillo de calidad en las exportaciones logrando un excedente de cortes para el consumo a buenos precios", explica la Cámara.
En el inicio de esta zafra las condiciones climáticas, a excepción de las zonas complicadas por las inundaciones, muestran que habrá muy buenos terneros en peso y estado, indica el informe, y añade que la cosecha agrícola generará un abundante volumen de insumos de alimentación, cuyo precio dependerá fundamentalmente de la estabilización o no del tipo de cambio.
"Desafortunadamente iniciamos otro año sin haber podido lograr las tan ansiadas bajas en los impuestos tanto nacionales como provinciales como así en las tasas municipales -advierten-. Todo esto nos permite pronosticar un primer ciclo de 2019 con una abundancia importante de terneros, maíz y subproductos pero con las empresas en un escenario de iliquidez como consecuencia de lo transcurrido en el 2018, sumado a la imposibilidad del acceso al crédito mientras nos mantengamos con tasas activas que superan el 60%.