Con la eliminación de las retenciones, prohibiciones de exportar y otras regulaciones como el peso de faena, se ha puesto en marcha un proceso de reversión del nefasto ciclo anterior. Esta nueva etapa ha despertado el entusiasmo de la ganadería, lo que se expresa en exposiciones y remates. Tras años de vaivenes, la ganadería tiene un nuevo contexto político que ofrece previsibilidad ideal para poner la mirada en el mediano y largo plazo. "Lo que se viene es más recría eficiente, mayor peso de faena, más legalidad en la industria y modificación del sistema de tipificación de cortes". En este contexto conviene repasar algunos aspectos de la ganadería local.
La ganadería bovina tiene un proceso de tres etapas diferenciadas: la primera, desde el nacimiento del ternero hasta su destete; la segunda, denominada recría, hasta que el animal alcanza un peso suficiente para pasar a la tercera, conocida tradicionalmente como invernada, que es la de engorde hasta alcanzar el peso de faena. Esta última etapa hoy en día se hace mayoritariamente en corrales, el denominado feedlot, donde el animal recibe una alimentación especial, en base a distintos forrajes, para ganar peso en el menor tiempo posible, aumentando la eficiencia en la conversión alimento/carne. En los últimos años se está extendiendo la práctica de realizar la etapa de recría también en encierro.
La ganadería en Mendoza, realizada en los tres oasis con neto predominio del sur, Alvear y San Rafael; el este Santa Rosa y La Paz y el Valle de Uco, estuvo orientada a la cría. Los terneros eran (y son) vendidos para hacer la etapas siguientes en San Luis y Córdoba. Es decir que la ganadería provincial se asienta en la primera etapa, la cría. Pero desde hace algunos años productores de los tres oasis están incursionado con buenos resultados en la etapas siguientes especialmente en el engorde, en algunos casos sobre pasturas bajo riego; en otros, a corral. Según los datos que aporta la Dirección de Ganadería existen 29 feedlots en la provincia con 40.000 cabezas encerradas.
Otro dato importante que aporta el organismo es el incremento del stock ganadero que había sufrido una baja importante, tanto por las políticas nacionales como por una fuerte sequía de varios años.
En este contexto, resulta muy interesante un proyecto de ley presentado por el diputado Marcos Niven, que ya cuenta con la media sanción de esa Cámara. Con el propósito de estimular el uso de las tierras con derecho de riego, hoy improductivas, condona la deuda con Irrigación si se destinan al cultivo de forrajes para el engorde y recría de ganados. El legislador estima que, en promedio hay un 20% de la superficie empadronada en esta situación. Esta buena iniciativa debería ser ampliada a otros estímulos como eximición de impuesto inmobiliario, sellos e ingresos brutos por períodos determinados en la medida que se cumpla con el propósito de la ley.
Otro tema es la relación de esta iniciativa con la vitivinicultura, que requiere mayores estudios técnicos, ya que la unidad económica vitícola aumentó considerablemente de tamaño, ubicándose en el orden de 40/50 hectáreas. En tanto la destinada a forraje sería bastante menor, con mucho menos requerimiento de capital.
Debería quedar claro que el objetivo central es recuperar las tierras bajo riego para la producción, evitar que se sigan abandonando o destinando a poner cemento sobre ellas.
Completar el ciclo ganadero es muy valioso, pero más lo es recuperar el recurso natural.
Ganadería, fiesta y futuro
La ganadería de Mendoza realiza su tradicional festejo en General Alvear. Se trata de la fiesta 36, es decir es el resultado de un largo y sostenido trabajo de un tercio de siglo. Nos referimos a la ganadería bovina, que está atravesando una notable etapa
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