Los números le sonríen a River desde la gloria deportiva. La vuelta olímpica de la mano de Ramón Díaz, y esa posibilidad latente de ganar la Copa Sudamericana y el campeonato local -más allá de que el líder es Racing y lleva dos puntos de ventaja-, causaron furor en las arcas del club.
Sin ir más lejos, los hinchas dejaron 20 millones de pesos en las boleterías -una marca para el libro Guinness- en el Superclásico. Y el premio por vencer a Atlético Nacional de parte de la Conmebol es verde como la camiseta de su rival colombiano: 1.200.000 dólares, nada menos.
Si se suman al 1.035.000 que lleva recaudado a lo largo del torneo continental, y se proyecta la Suruga Bank y la Recopa, las cifras son mucho más redondas. Aunque existe un costado oscuro, lejos de estos montos espectaculares. Es el pasivo, que tuvo un incremento de 162.196.048 pesos, tal cual arrojó el balance que se presentó el viernes por la noche en la sesión extraordinaria que se llevó a cabo en el Monumental.
Según el ejercicio comprendido entre el 1° de septiembre de 2013 y el 31 de agosto de 2014, que incluye tres meses y 17 días de la gestión de Daniel Passarella, el pasivo pasó de 491.978.958 pesos a 654.175.006. A simple vista, estos números resultan desalentadores.
No obstante, los dirigentes no los ven tan rojos cuando los desmenuzan. El tesorero Andrés Ballotta, en diálogo con Clarín, explicó que esa diferencia que supera los 160 millones corresponde a las pérdidas generadas durante el periodo del Káiser que impactaron en el pasivo. Entre ellos, previsiones de juicios de 30 millones y el ajuste de la cuenta corriente de la AFA.
“Hubo obligaciones cobradas por adelantado”, afirmó Ballotta. El contrato con el Banco Francés y la venta de plateas a 18 meses entran en este ítem.
“Hay que tener en cuenta, además, que la auditoría que llevamos a cabo con la empresa Price Waterhouse hizo un corte del pasivo en diciembre de 562 millones”, reveló el contador. Y agregó: “Hemos bajado el pasivo en términos nominales. Se revirtió la pérdida operativa del anterior balance, que superaba los 65 millones, y se consiguió una ganancia de 40 millones producto en la mejora en los ingresos de un 50 por ciento”.
En las áreas del fútbol, social, marketing y educativa, River puede jactarse de este crecimiento. El balance, que fue aprobado por la Comisión Directiva con una sola abstención, ya está en poder de la Comisión Fiscalizadora que preside Carlos Lancioni. El 23 de diciembre deberá ser refrendado en una Asamblea ordinaria.
“Hay números que son preocupantes. Pero no hay que olvidarse de que tres meses y medio corresponden a la gestión anterior que dejó cheques sobregirados por 310 millones de pesos. River era una tierra arrasada”, manifestó Lancioni a Clarín.
A contramano de estos números, los dirigentes, encabezados por Rodolfo D’ Onofrio, se frotan las manos porque ya no quedan entradas para el partido ante Nacional, lo que representa otra recaudación récord. Hasta ahora, la Sudamericana dejó casi 50 millones de pesos. Sólo le falta ganar la Copa -y por qué no el campeonato- para que 2014 tenga un cierre perfecto. Al menos, en lo estrictamente futbolístico.