Cuando "Game of Thrones" haya terminado, ¿qué nos quedará? Aunque la última temporada, que se estrena hoy, marca la octava entrega de la serie, es como si esta épica de dragones y zombies medievales siempre hubiera estado ahí en la pantalla. Pues se nos hace difícil imaginar el mundo de las series sin ésta, pues si el boom de este formato existe hoy, es gracias a productos de excelente factura como GOT, que elevaron ostensiblemente la vara de lo que se podía ver por la tele.
Como sea, aunque termine en breve, esta serie ha marcado un antes y un después en la industria. Tanto así, digamos, que ningún productor que vuelva a tocar un universo medievalista podrá ser indiferente a la altura narrativa y al impacto visual de "Game of Thrones", que marcó en el último episodio de la séptima temporada la cifra de 12.1 millones de espectadores solo en Estados Unidos. Es decir, un 36% más que la audiencia alcanzada con el último episodio de la anterior temporada, que reunió a 8,9 millones. Sin contar los que la vieron después, y sin contar a los que la piratean.
Para rastrear las claves del fenómeno de GOT hay que ir a abril de 2011, cuando se conoció el primer capítulo. Hasta entonces, nadie había visto una ficción de corte fantástico-medieval así.
Y el mérito es para el creador de este mundo, con sus eslóganes y sus mitologías: el estadounidense George R. R. Martin, quien publicó "Juego de tronos", el primer tomo de "Canción de hielo y fuego", en 1996.
Narrativamente, el libro inauguraba un monumental proyecto épico; más humano que Tolkien y más fantástico que las novelas de caballería. Estimamos igualmente el gran escollo que tuvieron que saltar los guionistas, que tuvieron que adaptar una trama cruzada por historias paralelas y registros distintos, que merodean todo el
tiempo entre el apocalipsis zombie, el drama sentimental y el thriller político. Por supuesto, con mucho gore y entretiempos de alto voltaje sexual.
Desde el inicio se supo que la historia iba a ser larga. Y ese horizonte ambicioso fue, justamente, uno de los puntos fuertes de esta serie. Porque al contrario que la mayoría de ellas, el universo se fue expandiendo y poco a poco fue encontrando sus desenlaces y nuevos nudos, en lugar de ir deshilachándose temporada tras temporada, como suele pasar con las series que duran más de lo que debieran. "Game of Thrones" fue así un organismo que creció y con los años cobró tamaño, vigor y furia, al igual que sus dragones.
Pero GOT también pateó el tablero de lo que podía esperarse en una serie. Ningún personaje, por importante que pareciera, tenía su vida ganada en Westeros. Y ahí están las escenas que traumatizaron tanto a los fans.
Como sucedió [alerta spoiler] en la "Boda Roja" (temporada 3, capítulo 9), que según una encuesta es la escena más recordada de la serie por el público latinoamericano. En GOT, ni los propios actores sabían cuándo iban a morir, y ese golpe de efecto probablemente lo aprendió Martin de Alfred Hitchcock, maestro de maestros, quien mató en el minuto 20 a la protagonista de "Psicosis" (1961).
Sumado a esto, no fue menos importante que "Game of Thrones" naciera en el lugar en que debía nacer, pues HBO era la única plataforma que podía estar a la altura de una superproducción como esta. La serie elevó la vara de lo que podía verse por tevé, como antes ya lo habían hecho ciertas ficciones de época como "Los Tudor".
Pero en GOT había más que intrigas palaciegas. Aquí había dosis para todas las pasiones: batallas con cientos de extras, litros infinitos de sangre, mutilaciones, decapitados, incestos, brujería, zombies, incinerados y violaciones.
Y como si esto no bastara, "Game of Thrones" supo hacer marketing. Fue pionera en el uso de las redes sociales para captar audiencias.
Desde sus primeras temporadas (aunque especialmente desde la tercera) apuntaló la transmisión con hashtags, memes y clubes de fans. Se convirtió en un fenómeno de la cultura pop sin precedentes.
La serie siempre buscó la forma de resonar entre usuarios y medios de comunicación. Algunos recordarán que, en 2013, promocionaron la tercera temporada dejando un cráneo gigante de dragón en la Costa Jurásica (Inglaterra), causando la sorpresa del mundo. En marzo pasado, escondió seis tronos de hierro en distintas partes del mundo. Desconcierto total.
Pero la última fecha se aproxima y muchos ya tienen la nostalgia a flor de piel, como el propio Martin, quien anticipó que para él "no es el final": "Creo que no debería ser la última temporada. Pero aquí estamos. Para mí es como si hubiésemos empezado la semana pasada. Sé que es un final, pero para mí no lo es. Todavía estoy muy metido en escribir los libros que faltan", dijo, dando a entender que en las últimas entregas la serie y los libros habían logrado independizarse lo suficiente como para no spoilearse mutuamente y, en este caso, seguir vivo uno, mientras otro muere. En efecto, "Game of Thrones" quedará en el pasado catódico, aunque llenará todavía mucho papel. Y el fin, el 19 de mayo, dejará un gran vacío, que otras series querrán ocupar.
Dónde quedó la historia
En King's Landing, Cersei Lannister espera a sus mercenarios, la Compañía Dorada, comandada por Euron Greyjoy. Su estrategia (traicionando una promesa) ha sido enfrentarse directamente a los que sobrevivan en la gran guerra entre vivos y muertos. Sin embargo, tuvo que pagar un precio, porque Jaime quiere cumplir su promesa de luchar y la abandona (a ella y al hijo de ambos, que lleva en el vientre).
En Winterfell, Sansa Stark, finalmente convertida en señora del Norte, recibe a Jon Snow y Daenerys Targaryen, edulcorados todavía. Por otra parte, muchos esperan saber qué pasará cuando se enteren de que él es en realidad Aegon Targaryen, hijo de Rhaegar Targaryen y, por ende, sobrino de Daenerys. Quienes saben la verdad son Bran Stark y Samwell Tarly, quien además será un personaje clave en esta temporada, por su erudición en torno a la Larga Noche.
Más al norte, el ejército de muertos derribó de un plumazo el Muro, con el fuego azul del dragón Viserion, ahora resucitado por el Rey de la Noche y convertido en su principal arma. Se viene un gran duelo de dragones.
Cómo y dónde verlo
La única forma de ver los episodios es a través de HBO, y hay distintas formas de dar con esta señal. Una es el servicio de cable que tengas, que te permite ver GOT en tu televisor y en la web, a través de HBO GO, al que se puede acceder gratuitamente ingresando los datos de la cuenta del operador de TV paga. También podés suscribirte de forma aparte a HBO Go, que está disponible también en tiendas digitales de Google o Apple Store por 10,99 dólares. Los usuarios de Hulu y Prime de Amazon Video también pueden suscribirse a la señal. Por otra parte, hasta incluso hoy, DirecTV ofrece un Free Preview del paquete HBO MAX.
La precuela
HBO ya está trabajando en la precuela de la serie, que se titulará "The long night" ("La larga noche"). Escrita por Jane Goldman y el mismo Martin, estará ambientada miles de años antes de GOT, y se espera que salde un montón de dudas sobre el pasado de los Starks, el nacimiento de los Caminantes Blancos y qué es lo que sucedió realmente en la Larga Noche. Estará encabezada por Naomi Watts y el estreno no será antes de la segunda mitad del año que viene.
Los capítulos
La octava no será solo la última temporada, sino también la más breve, con apenas seis capítulos. Sin embargo, la mayoría de ellos durarán como telefilmes. Episodio 1: hoy 14 de abril, 54 minutos. Episodio 2: 21 de abril, 58 minutos. Episodio 3: 28 de abril, 1 hora y 22 minutos. Episodio 4: 5 de mayo, 1 hora y 18 minutos. Episodio 5: 12 de mayo, 1 hora y 20 minutos. Episodio 6: 19 de mayo, 1 hora y 20 minutos.