Esta noche, el episodio 5 de la octava temporada de "Game of Thrones" marcará el punto culminante de la serie. La última batalla enfrentará, de una vez por todas, a las tropas de Cersei Lannister (con la Compañía Dorada, comandada por Euron Greyjoy) con "las sobras" del ejército de Daenerys Targaryen, con los dothrakis y los inmaculados que sobrevivieron a la espeluznante Batalla de Winterfell.
Con tantas batallas grandiosas en su historia, y con apenas un dragón de Daenerys aún vivo, todos se preguntan qué recursos visuales tendrán los directores de la serie para garantizar que éste seá el enfrentamiento más grande y sorprendente de todo el envío. Por el momento, Emilia Clarke ya ha sugerido en una entrevista que encontremos el televisor más grande que podamos para ver el episodio de hoy. Y habrá que creerle: si no has encontrado un televisor grande, la opción que queda es arrimarse a algún bar que transmita la serie, pues algunos de ellos tienen pantalla gigante.
Como siempre, las teorías que empiezan a esgrimirse en torno a lo que pasará en esta batalla van hacia todas partes. Unas sostienen que hay indicios para pensar que Daenerys despertará algún gen familiar y se volverá loca; otras, que aparecerán pequeños dragones, que nacieron de huevos que Drogon habría puesto en algún momento de la quinta temporada. La teoría más extrema dice que Cersei usará el fuego valyrio como última carta, y si eso sucede no hay quién se salve. Aparte del tráiler, no se sabe más de lo que pasará (a diferencia de otras temporadas, esta ha evadido con éxito las filtraciones). Para ver el episodio, habrá que esperar a las 22, por HBO.
Un fenómeno de bares
"Game of Thrones", como una de las series más populares de todos los tiempos, ha generado cosas que otras no. Merchandising, club de fans y de cosplayers, e incluso la necesidad de reunirse para vivenciar los episodios de forma colectiva. Una necesidad que se ha visto potenciada por una limitación real de muchos de sus fans: no estar suscriptos a una operadora de cable o a la plataforma de HBO, que es la única forma de ver GOT legalmente.
A raíz de esto es que se ha vuelto una tendencia entre bares de todo el mundo ofrecer la transmisión en vivo los domingos. En Mendoza también se ha registrado el fenómeno, y repasamos algunos de los sitios para el lector interesado.
-En Crafter Club Eventos (Bandera de los Andes 7642, Guaymallén). Hay menúes especiales para los fanáticos y happy hour de cerveza artesanal toda la noche. Antes del capítulo 5, proyectarán el 4. Reservas e información: 695-5063.
-En El Rinconcito (San Martín sur 991, Godoy Cruz). Reservas e información: 7092839.
-En Damero Microcerveceria (25 de Mayo 411, Dorrego, Guaymallén). El lugar se tiene por orden de llegada y no por reserva. Información: 15623-7111.
-En Believe Irish Pub (conocido popularmente como "El Irish", en la calle Colón al 241). Reservas al 429-5567 (se guardan hasta las 20.30). Habrá Happy Hour de cerveza tirada desde la apertura del bar, a las 19.30, hasta que finalice el capítulo.
De Winterfell a Pinamar
Luego de la Batalla de Winterfell, saltó el nombre de Miguel Sapochnik (44), el director responsable de las grandes escenas bélicas de GOT (como la Batalla de los Bastardos, por la que se llevó un premio Emmy). Por su intuición para combinar estrategia, sangre y emotividad, Sapochnik se ha consagrado como una de las mentes claves detrás de la pantalla de la serie.
Lo que muchos no sabían, sin embargo, es que este guionista y director era hijo de argentinos y que habla perfectamente nuestro idioma. Hijo de un diseñador gráfico y una psicóloga que emigraron por cuestiones políticas en 1969, Miguel Vicente Rosenberg-Sapochnik nació en Hammersmith, una localidad londinense. Se hizo un nombre dirigiendo episodios de "True Detective", "Altered Carbon", "Mind Games", "House", pero fue GOT la que lo catapultó a la lista de los directores más cotizados de la industria.
Para lograr algunas de las batallas más épicas jamás filmadas, como la Batalla de Winterfell, convocó al equipo a rodar 55 noches al aire libre, y otras tantas en los estudios. Sapochnik dispone, además de toda la imaginación, de abultados presupuestos. Fuera de su trabajo, poco se sabe de él. Es un personaje reservado y en cierta forma anónimo entre las masas, que no suelen reconocerlo cuando decide por ejemplo vacacionar (como hizo varias veces) en Pinamar. El lazo con Argentina es sanguíneo, y tiene familiares de renombre como el periodista y escritor Martín Caparrós, uno de sus primos.