El entrenador de River Plate, Marcelo Gallardo, reconoció anoche que su equipo jugó "a velocidad crucero" en la derrota por 2 a 0 ante San José, en los 3.735 metros de altitud de la ciudad boliviana de Oruro, pero juzgó "inmerecida" la caída porque "el partido estaba controlado y perder en los últimos 10 minutos genera bronca". "Se jugó a velocídad crucero porque era la única forma de hacerlo, pero me voy con una sensación entremezclada de bronca y angustia, ya que los muchachos hicieron un esfuerzo enorme y controlaron el juego en todo momento, pero injustamente se perdió al final", remarcó Gallardo apenas finalizado el cotejo correspondiente al Grupo 6 de la Copa Libertadores.
"Perdimos unos puntos que ahora tendremos que recuperar en Buenos Aires, pero también es justo decir que los efectos de la altura no son ningún mito y tienen sus consecuencias", destacó. Los jugadores y cuerpo técnico riverplatense retornaron a Santa Cruz de la Sierra en un vuelo chárter apenas finalizado el partido, para pernoctar en esa ciudad del llano boliviano y recién sobre el mediodía retornar a la Argentina.
Claro que los futbolistas recién podrán bañarse en Santa Cruz de la Sierra, porque en el vestuario visitante no había agua, mientras que en el camarín local los jugadores de San José no tuvieron inconvenientes en ducharse, según lo confirmó su propio entrenador, Teodoro Cárdenas, quien se mostró "muy orgulloso por esta victoria que enaltece no solamente al club, sino a todo el fútbol boliviano".
Y el cierre fue para Gallardo. El "Muñeco", acostumbrado a estas lides coperas, verificó este inconveniente que impidió a sus dirigidos bañarse tras el partido y con una sonrisa dejó en claro que entiende como "se juega" la Libertadores fuera de la cancha: "que vamos a hacer, hay que bancársela", sentenció.