La semana pasada el Salón de los Espejos del Hotel Park Hyatt Mendoza brilló con una propuesta de oro: “Arte y Moda 2014”, un evento cuya invitación partió de la Asociación de Amigos del Museo Fader (a beneficio de obras de restauración y puesta en valor de los grupos escultóricos y calcos que adornan el Parque del Museo).
Así, en pasarela pudo verse la tendencia de nueva temporada de grandes firmas, como Hugo Boss (moda masculina) y la firma italiana Max Mara y su elegante prêt-à-porter.
El broche estuvo dado por la presencia nada menos que del diseñador Gabriel Lage, con su última colección de vestidos de fiesta “Music”, un verdadero lujo.
La organización estuvo a cargo de la impecable labor del productor del evento, Ricky Videla, quien logró que la elegancia, sobriedad y clase de las propuestas se vieran reflejadas en todos los detalles.
Los peinados fueron de Leo Cut, el maquillaje de Flor Raviolo y los zapatos de Alonso. Se sumó la colaboración especial de Martin Fleury y Gustavo Niella (Park Hyatt Mendoza) entre múltiples firmas que participaron para que la velada se viviera a pleno.
Por su lado, y en entrevista con Los Andes, Gabriel Lage habló de una de las más exquisitas y premiadas colecciones que lo representan:
“Music”. Un abanico de vestidos de alta costura soñados presentados hace muy poco en el Teatro Colón, junto a grandes divas y personalidades. Una colección, que habla por sí misma.
“Music fue una colección que se empezó a gestar el año pasado y empezó mucho más pequeña de lo que luego fue”, adelantó el diseñador apenas comenzó la entrevista.
- ¿Qué fuentes de inspiración te nutrieron?
- Todo comenzó cuando fui a la casa de un amigo una noche a cenar, y su joven sobrina se encontraba en pleno proceso de probarse mil cosas, para ir a un recital a bailar. Cada vez que se cambiaba, bailaba frente a un espejo del comedor.
Viendo eso, me die cuenta de algo que en realidad tenemos todos: una música y melodía especial que nos corre por dentro y que nos incita a bailar frente a ese reflejo que nos anima, mientras nos probamos mil cosas. Las mujeres lo han hecho siempre, y los hombres también, sólo que no lo decimos a lo mejor (ríe).
- Ahí diste luz verde a esta inspiración tan importante y premiada...
- Fue conectar esa música que tiene toda persona dentro suyo, y volcarla también a las divas que tiene el mundo musical. Me imaginé que esa noche, la sobrina de mi amigo iba a salir a bailar, a proyectar esa música que iba a escuchar o a cantar.
De allí surgió “Music”. Está vinculada con lo que transmiten las musas de la música mezclada con aquello que toda mujer lleva en su interior como melodía.
En la mitad de este hallazgo creativo también se dio algo inesperado: nos propusieron con mi equipo hacer el “Vancouver Fashion Week”, imaginate el apuro, ¡recién teníamos sólo diez vestidos de la colección, que en principio iba a ser de 25-30 como máximo...!
- ¿Y cómo cambió todo con este ofrecimiento?
- ¡Mucho! En el medio de Vancouver, nos ofrecieron también participar nada menos que de “Indonesia Yakarta”, como representantes de la Argentina para la “World Fashion Organization”.
Entonces con tanto por hacer y tantos desafíos por delante puedo decirte que en el atelier, se creó una música más que especial, que hizo que tuviéramos un ritmo de trabajo importante y que presentáramos en Yakarta antes, un pequeño adelanto de “Music” y algo de la colección anterior, “Bohemia”.
Ya en Vancouver, sí presentamos toda la colección. Fue un orgullo porque es la primera vez que un diseñador argentino presenta toda su colección en el exterior. Fueron 25 vestidos con un balance que implicó un éxito inesperado...
- ¿Existe el "éxito inesperado" para vos con toda la trayectoria y prestigio que tenés?
- ¡Por supuesto que sí! De hecho lo fue. Todos queremos tener éxito y a todos nos gusta que nos alaben, que se pueda ver toda la labor que realizamos, pero lo de Vancouver excedió lo que imaginaba.
Había muchos críticos mundiales y mi colección fue tomada por Vogue íntegramente, luego por Glamour hasta proyectarse por todos lados imaginados del mundo... Me impactó muchísimo y nos envalentonó más para mejor.
Estando en Vancouver, el mismo día que nos presentábamos, nos confirmaron desde Buenos Aires que contábamos con el Teatro Colón para presentar la colección... ¡No podés imaginar la alegría que sentimos!
- El Colón fue el broche que faltaba...
- Hago hace desde varios años el desfile a beneficio de la Fundación de ayuda al Hospital de Clínicas, y junto a ellos nos parecía que debíamos volver a hacer eventos en el Colón.
Regresar a los años dorados de Argentina, con la gente espléndidamente vestida. Y así fue que unos meses después presentamos 53 vestidos, con la presencia de todo el mundo, incluyendo a Susana y Mirta. juntas (ríe), en ese Teatro maravilloso. Para mí fue una noche inolvidable...
- Hablame de la magia de tus vestidos y el trabajo que implican.
- “Music” fue especial también por el momento particular que vivimos a nivel país, ya que está muy complicado todo lo que es importación. Entonces por un lado es complejo, pero por el otro nos incita a ser más creativos.
Todo tiene su límite, tratando obvio de que hayan cosas que se puedan importar. Es una colección en donde el 80%de los vestidos fueron creados íntegramente a mano por nosotros. Hablo de trabajo a mano en bordados, hilos de seda, recortes de distintas telas aplicadas, patchwork de hilos de seda... En fin fue realmente una labor increíble.
Fue lo más elogiado por la prensa foránea, más allá de los vestidos. Es la primera vez que siento que se interpreta lo que hacemos. Esa alegría y logros los comparto con la gente que trabaja conmigo.
- Hablando de colores fueron el hilo conductor también de "Music"...
- Totalmente. Suelo ser muy ecléctico en cuanto a tonos, pero esta vez tuve por primera vez un hilo conductor (algo que tendré en cuenta) en cuanto a los colores: “Music” tiene tonos en toda la gama de aceros, plata, oros, con algún toquecito de acero llegando al azabache y alguna pincelada de rosados o salmones.
Podemos decir que hay una homogeneidad en los colores. Además me llamó la atención que a mucha gente le gustó este viraje mío. La colección tenía tanta presencia a nivel de material y trabajo de telas, que me molestaba pensar en colores invasivos o atrevidos, y fue un acierto.
- ¿Cómo se vive con los pies sobre la tierra con tantos premios y trascendencia nacional e internacional?
- Si no vivís con los pies sobre la tierra, los premios se acaban. Es imposible no volar un poquito de orgullo, pero tenés que bajar y nutrirte de lo que te hace bien.
En mi caso, mis amigos, mis perros, mi casa... Sigo trabajando con las mismas personas desde hace años, con mis mismos afectos, y además estoy más grande para mirar y vivir las cosas desde este lugar maravilloso y relajado.
Creo que lo que estamos cosechando es lo que logramos todos durante muchísimos años con mi equipo. Entonces el ego ante los mimos se reparten, porque es algo logrado entre todos.
- Es una presión superarte?
- Todos los diseñadores en el mundo tenemos colecciones excelentes y otras no tan divinas, y es totalmente lógico. Muchas veces cambias de criterio, tenés etapas diversas etc.
Pero hay que animarse a cambiar siempre. Yo corro riesgos sino me aburro, hay que ir mutando dentro de la propia esencia. Lo único que no cambio nunca son mis afectos.